Puigdemont ataja las dudas internas sobre el referéndum
El Govern sale al paso para despejar las dudas sobre la consulta
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, quiso despejar ayer las dudas generadas por la presidenta de la Diputación de Barcelona y presidenta del Consell Nacional del PDECat, Mercè Conesa, sobre la celebración de la consulta sobre la independencia de Catalunya el año que viene. “El referéndum se celebrará de manera indefectible en el 2017, y después habrá nuevas elecciones”, afirmó contundente, y en respuesta recibió una ovación cerrada de la militancia de su partido que asistió a la presentación del nuevo logotipo del partido. Las declaraciones de Conesa a Nació
Digital en las que abría a la posibilidad de que las circunstancias obliguen al Govern a “pasar de la pantalla del referéndum a una de elecciones” crearon tal inquietud entre las filas del soberanismo que obligarpn al president a utilizar este acto para calmar los ánimos.
Previamente, la consellera de la Presidència y portavoz del Govern, Neus Munté, hacía lo propio asegurando en RAC1 que no hay alternativa al referéndum. “Hay un mandato democrático muy claro que hemos de llevar a cabo, referéndum o referéndum. Estamos trabajando en este marco y no en otro, es una idea muy clara, nítida, que no admite confusión”, aseguró. Munté, además, defendió a su compañera de partido de las críticas recibidas alegando que se refería a una situación hipotética que se podría dar si el Govern entrase en una situación de parálisis y no pudiera aprobar los mecanismos administrativos necesarios. Pero insistió en que Conesa, en la misma entrevista, también deja claro que “ella está por el referéndum, que se producirá y votará sí”.
Sus socios de gobierno de ERC se abstuvieron de hacer sangre, pero sí aprovecharon para contraponer la solidez de sus convicciones a las dudas de los demócratas. “Reservamos un millón de euros para hacer la campaña del referéndum que nos ha de llevar a la libertad, porque estamos por la labor, porque somos serios, porque somos rigurosos, porque nosotros sí que estamos convencidos de que haremos este referéndum”, subrayó Oriol Junqueras en su intervención ante el consejo nacional del partido.
Más beligerante, la CUP exigió una defensa “sin fisuras” de un instrumento que “es y será de la gente para decidir el futuro político de este país”, dijo el portavoz del secretariado de la formación anticapitalista, Quim Arrufat. Y pidió a “aquellos portavoces de grupos políticos que ponen en entredicho el referéndum o lo vinculan en los presupuestos, que dejen de devaluarlo porque ya tenemos el gobierno español y otras formaciones en Catalunya para tirarlo a la papelera”. El malestar por las declaraciones de Conesa se suma a la polémica por la actuación de los Mossos y enrarece aún más las relaciones entre el Govern y la izquierda radical, que el próximo 28 de enero decidirá el sentido final de su voto a los presupuestos de la Generalitat.
El único aplauso le llegó a Conesa de parte del primer secretario del PSC, Miquel Iceta. “Tiene razón, dice lo mismo que nosotros estamos repitiendo desde hace tiempo. O es un referéndum con garantías, o será una triste copia del 9-N. Conesa habla de realismo y no puedo menos que darle la razón porque no se puede engañar a la gente y llevar a todo un país a topar con la legalidad”. El socialista, que participó en un acto de su partido en Lleida, pronosticó que “la historia del referéndum ilegal acabará en unas nuevas elecciones” porque ahora “en Catalunya las legislaturas duran dos años”.
El president afirma que la consulta se hará, sí o sí, en el 2017 y que después habrá elecciones