Rivera impone el cambio del ideario y aplaza el debate hasta el congreso
El sector socialdemócrata se queda a tres votos de tumbar el texto de la dirección
El consejo general de Ciudadanos, máximo órgano de dirección entre congresos, evidenció ayer la fractura interna que la ponencia presentada por Albert Rivera para cambiar el ideario vigente desde el 2007, eliminando cualquier referencia al “socialismo democrático” y a los orígenes catalanes de C’s, ha generado en el seno del partido.
El texto defendido por la ejecutiva estuvo a punto de ser tumbado por una enmienda a la totalidad presentada por el sector socialdemócrata que se quedó a tan sólo tres votos de prosperar.
Finalmente, y tras una leve modificación del texto defendido por Rivera, el consejo aprobó la ponencia y trasladó el debate ideológico al congreso que C’s celebrará en Madrid en febrero, cuando la ponencia podrá ser enmendada por la militancia.
Después de la polémica previa suscitada al trascender el borrador de este documento con el nuevo ideario, que sustituirá al elaborado en el 2007 por el catedrático Francesc de Carreras para facilitar el equilibrio entre los sectores liberal y socialdemócrata, el debate ayer fue intenso y exigió a Rivera y a su núcleo duro que se emplearan a fondo para rechazar una enmienda a la totalidad. Este texto alternativo fue presentado por el diputado en el Parlament Sergio Sanz, recogiendo la posición del sector socialdemócrata. El texto –la replica del ideario original– se quedó a solo tres votos (23 en contra, 20 a favor y dos en blanco) de prosperar. Esta votación fue secreta.
Ante lo reñido de la votación de la enmienda (apoyada principalmente por los cuadros de Barcelona y que era el redactado del ideario vigente), y después de una intervención del portavoz parlamentario, Juan Carlos Girauta –encargado de defender por parte de la dirección el nuevo ideario–, que no logró convencer a muchos de los consejeros de la necesidad de abandonar ahora, de repente y tras diez años de vida del partido, las coordenadas del centroizquierda, tuvieron que tomar la palabra el vicesecretario general de C’s, José Manuel Villegas, y el propio Albert Rivera.
El líder de Ciudadanos aceptó incluir una pequeña modificación en el redactado de la ponencia del ideario como gesto de consenso. Concretamente, quitar una coma y pasar de “liberal, progresista” en la definición del partido a “liberal progresista”. Un matiz que apoyó Miguel García, el líder de Ciudadanos en l’Hospitalet de Llobregat, Rivera acepta definir el partido como “liberal progresista” para alcanzar un espacio de consenso pero no así Sanz y otros consejeros.
En ese clima de división, la propuesta de Rivera y la ejecutiva, ayer presente en bloque en el consejo pese a no tener derecho a voto, fue votada a mano alzada y obtuvo el apoyo de 34 consejeros, cinco en contra y dos abstenciones.
Posteriormente, Rivera se congratuló en su cuenta de Twitter del resultado: “El consejo general aprueba por amplio consenso ponencias de estrategia, valores y estatutos. Llega Ciudadanos fuerte a nuestro IV congreso”.
Sin embargo, el sector socialdemócrata de C’s no renuncia aún a introducir enmiendas en el ideario y se organizará de cara al cónclave de Madrid.
Una de sus intenciones es recabar el apoyo de algunos de los fundadores de C’s que se han mostrado muy críticos con la decisión de Rivera, como es el caso del ensayista Félix Ovejero, o incluso que se implique Francesc de Carreras, quien hasta ahora a estado en silencio pese que ha sido su doctrina la que la dirección de C’s puede enviar al baúl de los recuerdos.
Además del ideario, el consejo general aprobó por asentimiento la ponencia de estrategia que coloca la responsabilidad en el grupo de C’s en el Parlament de ejercer de “dique que frena el separatismo”, con una “oposición contundente al nacionalismo” y con “propuestas económicas y sociales solventes”.