Serrano Súñer, ¡qué personaje!
Edulcora el franquismo la miniserie Lo que escondían sus ojos
(Telecinco)? ¿Banaliza este relato televisivo los primeros años de la aplastante dictadura emergida de una sangrienta guerra fratricida? ¿Convierte esta serie en inofensivo folletín una de las páginas más sombrías de nuestra historia? No, puesto que no se trata de una serie documental con ambición historicista, sino de una ficción televisiva sobre un romance: el que mantuvieron una mujer y un hombre durante los primeros años del franquismo.
Se da la circunstancia de que ese hombre era entonces la persona más poderosa de España después de Franco: Ramón Serrano Súñer. Pero Lo
que escondían sus ojos (serie basada en una novela de la periodista Nieves Herrero) no reconstruye el poder político de ese hombre, sino los ardores de su bragueta, así como el drama íntimo de su amante (María Sonsoles de Icaza y de León, esposa de Francisco de Paula Díez de Rivera y Casares, marqués de Llanzol), a la que embarazó de una niña: Carmen Díez de Rivera, que luego sería eficiente consejera del presidente Adolfo Suárez.
Un relato que se ciñese a las relaciones sentimentales de Adolf Hitler, ¿sería una edulcoración del nazismo? Una ficción televisiva sobre la naturaleza de la relación sentimental y sexual entre Eva Braun y Hitler, ¿estaría banalizando del régimen nazi? No: tan sólo sería una elección narrativa sobre un aspecto de un personaje muy relevante de la historia contemporánea de Europa. Y sería legítimo hacerlo, puesto que los dictadores también tienen caprichos sexuales, se enamoran, fornican, padecen estreñimiento y comen yogures, y todo eso podemos contarlo con pericia y recursos dramáticos sin por ello convertirnos en cómplices de sus abominaciones tiránicas. No es el propósito minimizar el horror de sus crímenes, ya que lo cortés no quita lo caliente (que diría “el negro” Fontanarrosa): el propósito es sólo contar una historia real, la de los amoríos entre uno de los fundadores del estado franquista (responsable de la censura, la represión, la propaganada y la beneficencia) y una mujer casada. Exigirle a Lo que escondían sus
ojos un retrato de los desmanes del régimen de Franco es tan bobo y desenfocado como pretender de la película Sissí
Emperatriz una condena de las políticas antidemocráticas del emperador Francisco José I durante sus 68 años de reinado hereditario.
Serrano Súñer, hijo de padres catalanes (padre de Tivissa y madre de Gandesa), conocido como el “cuñadísimo” de Franco, interlocutor de Mussolini y Hitler, fue un fascista de primera hora y fundador del estado franquista durante la Guerra Civil. En el día de su casamiento (Oviedo, 1932) con la hermana de Carmen Polo de Franco, el general Franco (a punto de ser desterrado a Canarias) y el abogado José Antonio Primo de Rivera (a punto de fundar la Falange) se saludaron personalmente por primera vez, al ser ambos dos los testigos del rutilante novio. ¡Qué personaje! Algo, o mucho, tiene que ver con nosotros. ¿No merece una narración, o muchas, un personaje así?
Acusar a la miniserie ‘Lo que escondían sus ojos’ de banalizar el franquismo es caer en un desenfoque bobo