El Barça no se puede permitir más regalos en el Camp Nou y el Espanyol quiere alargar su mejor racha de los últimos tiempos
sultaron expulsados. En Cornellà hubo pancartas contra Piqué y su familia. Y hasta Messi se discutió con el ex del Espanyol Álvaro.
Un clima belicoso que ya no se vivió en el último derbi liguero en el Camp Nou (5-0). Será la primera vez que Luis Enrique y Quique Sánchez Flores se enfrenten en la Liga desde los banquillos. Tienen un pasado en común como jugadores en el Madrid y compartieron muchas horas de videojuegos y de cartas, como publicó el jueves La Vanguardia. Es un pasado con luces y sombras, con éxitos y con polémicas internas de vestuario que les distanciaron porque la última temporada de blanco de Luis Enrique estuvo marcada por los desencuentros. Según se comentó el viernes en Catalunya Ràdio y se recordó ayer en Mundo Deportivo Luis Enrique declaró en el 2007 que un jugador cercano al técnico blanco Jorge Valdano le había chivado al argentino que los que generaban mal ambiente en el vestuario en 1996 en las partidas de pocha eran el asturiano, Michel y Laudrup, que fueron apartados. Uno de los sospechosos es Quique Sánchez Flores porque participaba en esas partidas.
Ayer hubo una cierta tirantez en el técnico blanquiazul a la hora de abordar su relación con el asturiano mientras el entrenador blaugrana tiró balones fuera con acritud y sin desmentir nada. A diferencia de otros años, la fotografía de concordia entre los entrenadores no se produjo. Oficialmente se dieron dos razones. Una, que el asturiano tenía compromisos y no podía, según informó el Barça al Espanyol a primera hora de la tarde del viernes. Dos, que la fórmula está obsoleta y se buscan otros gestos para la segunda vuelta. Antes de la Supercopa de Catalunya los técnicos se saludaron y hablaron brevemente. Tampoco tendrá lugar el almuerzo entre directivas porque la junta del Barça ha de afrontar hoy una asamblea extraordinaria de compromisarios.
En el terreno deportivo Luis Enrique está con todo el equipo al completo con excepción de Mathieu. Arriba no existen dudas. Otra cuestión es el centro del campo, donde hay piezas de sobra por si el gijonés desea sorprender. Busquets e Iniesta parecen fijos, y André Gomes parte con ventaja para la otra plaza.
Mientras, Quique, que ha puntuado cinco de las nueve veces que ha jugado ante el Barça, sufre bajas de calado. Víctor Sánchez, Hernán Pérez y Léo Baptistão, que no se podrá reencontrar con su amigo Neymar, no están en la convocatoria por problemas físicos. La ausencia del primero supone que la defensa que ayudó a Diego López a batir el récord de imbatibilidad del club no podrá formar al completo. Sánchez Flores recupera a Piatti y ha recurrido a Javi López y al canterano Melendo. Sin Baptistão lo normal es que jueguen en punta Gerard Moreno y Felipe Caicedo. El Espanyol quiere provocar dudas en el Barça y el Barça, sacudírselas.
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