Retirados por la justicia
Esta semana se ha anunciado que el caso Pretoria, que afecta entre otros a Prenafeta, Muñoz y Alavedra, se juzgará el próximo mes de marzo
El asunto llegará a juicio nueve años después de que se iniciaran las investigaciones Este asunto tiene una peculiaridad: afecta a militantes de dos partidos, la ex CDC y el PSC
Un fiscal con amplia experiencia en campos de minas como el crimen organizado o el terrorismo comentó en un grupo de amigos, ante las críticas que recibían los procesos por su escasa efectividad y su prolongación en el tiempo: “Si, sí; la justicia es coja, pero si te ha de dar una patada, te la da con la pata buena”. Los acusados por el caso Pretoria, la presunta corrupción descubierta en origen en el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet, deben pensar que es cierto. Nueve años después de que se iniciaran las pesquisas, el próximo mes de marzo empezará el juicio, pero en el tránsito los principales acusados, nombres muy conocidos como Lluís Prenafeta, Macià Alavedra o Bartomeu Muñoz, han desaparecido de la vida pública.
La Audiencia Nacional ha hecho público que las sesiones deben iniciarse el próximo 11 de marzo, por los delitos de tráfico de influencias, cohecho y blanqueo de capitales. En el relato judicial figuran once acusados, pero, como en toda narración, hay actores principales, cuatro nombres que sobresalen por encima de los demás: Lluis Prenafeta, Macià Alavedra, Bartomeu Muñoz y Luis García.
Las investigaciones se iniciaron por un auto de la Audiencia Nacional de 15 de octubre del 2007, y se centraban en la presunta trama de irregularidades en concesiones administrativas en el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet. Dos personas aparecían en el epicentro: el entonces alcalde, Bartomeu Muñoz, y el exdiputado del PSC y exsindicalista Luis García. Ambos eran personajes centrales en el socialismo catalán. Hoy ya están al margen. Muñoz no sólo era alcalde de una ciudad importante, era uno de los pilares de la política municipal socialista, y uno de los hombres fuertes en la Diputación. Tras su detención, en octubre del 2009, dejó todos sus cargos. Tiene sus bienes embargados y subsiste con trabajos esporádicos que le van ofreciendo.
Luis García estaba en segundo plano tras desaparecer de la primera línea política, pero estaba en las negociaciones de contratos y en concesiones. Había amasado un importante patrimonio con sus intermediaciones e incluso una pinacoteca, ahora embargada a la espera de la sentencia. No se le conoce gran actividad profesional y menos aún pública.
Pero el caso Pretoria tiene un aspecto singular. Los casos de corrupción afectan a un partido. Este a dos, al PSC y a CDC, porque junto a Muñoz y García aparecen los nombres de Alavedra y Prenafeta, dos de los pesos pesados del pujolismo. Los cuatro están entrelazados en operaciones inmobiliarias, lo que da a entender que socialistas y convergentes tenían edificios separados, pero una sala de estar común en la que se sentaban miembros de ambas formaciones.
De hecho una de las comisiones por una operación inmobiliaria en Santa Coloma, cuyo supuesto beneficiario fue Luis García, fue desviada a una firma holandesa, que ha vuelto a aparecer en los indagaciones sobre los negocios de Oleguer Pujol, uno de los hijos del expresident, actualmente bajo sospecha de un juzgado de la Audiencia Nacional. Los dos abogados que constituyeron esta firma serán interrogados como acusados por el magistrado que lleva esta causa.
Alavedra y Prenafeta están retirados de la vida política y no tienen ya papel en el partido. Macià, que ocupó varias consellerias, no goza de buena salud y reside habitualmente en Calella de Palafurgell. En épocas de buen tiempo se le puede ver por Llafranc donde este verano ha podido disfrutar del mar en compañía de alguno de los hijos de Jordi Pujol.
Tampoco Prenafeta, exsecretario de Presidència que dimitió por compatibilizar actividades públicas y privadas, tiene ya relevancia política. Se mantiene como patrón de la fundación Catalunya Oberta, que se define como catalanista y liberal; y frecuenta restaurantes conocidos de Barcelona. En cuanto a actividad profesional, intermedia en la venta de edificios, cuando tiene la oportunidad.
Los estudios sobre la materia critican la eficacia de los procesos contra la corrupción en España, en especial por su duración, lo que hace que la ciudadanía perciba que la sentencia llega cuando los protagonistas ya no pintan nada en la vida pública. Este es el caso. Nueve años después, los principales actores del caso Pretoria están retirados, pero es que la justicia les dio la patada con la pata buena.