El ramalazo de los astros
También fue un buen planteamiento de Quique variar la banda de Jurado y Piatti
Un Espanyol fortalecido por la racha de resultados positivos saltó al Camp Nou a tratar de generar debilidad en la autoestima de los blaugrana. El Barça decidió arriesgar lo mínimo para no dar pie al crecimiento emocional de los de Quique Sánchez Flores. Y esperó al ramalazo de calidad de sus mejores jugadores.
Alternar la altura de presión.
Al Espanyol le había ido muy bien en los últimos partidos gracias a la reducida distancia entre sus líneas. Con la virtud añadida de no caer en la fusión de algunas de ellas. Unos jugadores siempre ordenados, siempre en la distancia correcta para la ayuda solidaria. Pero todo esto solía ocurrir en su propio campo, una zona más que propicia para desarrollarlo ya que acabas generando espacios tras la línea de defensa rival. Pero con el Barcelona es diferente. Cuanto más juegues en tu propio campo más oportunidades acaban generando los Busquets, Messi e Iniesta. Por eso, Sánchez Flores decidió que su equipo presionaría arriba: para evitar minutos de juego en su propio campo y para alargar la distancia entre líneas del Barça, lo que acaba aislando del juego a Busquets. El sistema parecía dar frutos y durante el primer cuarto de hora el Espanyol no ponía en apuros a Ter Stegen, pero sí se encontraba cómodo. Pero alargar la distancia de las líneas del rival tiene de malo que también estiras las tuyas: lo que no puedes hacer es perder la pelota de manera tan absurda como lo hizo Piatti, lo que procuró el magnífico pase de Iniesta a Luis Suárez. Si quieres alargar el campo ante el Barça, debes acabar cada una de las jugadas. Si no, estás provocando su contra.
Salir por las bandas.
para procurar la salida del balón por las bandas. Así se aislaba del robo de Busquets y se le podía buscar la espalda. El razonamiento dio efecto cuando la presión fue alta, ya que Piatti tiene creación y cambio de ritmo, y Jurado, más lento, tiene una gran pausa y es más imaginativo. La idea también era buena en la faceta defensiva: Piatti acababa ocupando la zona de Iniesta y, al ser rápido e incisivo, podía trabajar en defensiva mejor que Jurado.
Un Barça temeroso pero con normas.
Los errores no forzados blaugrana se redujeron, y así fue más complicado llegar al marco de Ter Stegen. Podríamos decir que el Barça más terrenal de los últimos tiempos recurrió a balones aéreos para evitar pérdidas. Los balones cruzados de Piqué evitaron el centro del campo, intentando que la pelota llegara a Neymar. También hubo pases largos de Iniesta y pocas conducciones. Aunque vaya una hizo. De ahí la desaparición de Denis Suárez, desconfiado y desubicado. Igual le pasó a Sergi Roberto. En este fútbol poco pueden hacer porque no existe el timing para participar en la jugada. Y un equipo que es capaz de reconocer no estar en un buen momento y propone cosas para que el rival no sepa aprovecharlas siempre es más peligroso.
Generar dudas.
El resultado final fue fruto del poco daño que hicieron los pericos. Seguramente pudo ser consecuencia del mazazo del primer gol, que no hizo justicia. También pudo influir la lesión de Diego López. Pero la razón principal es que no se consiguió coordinar transiciones que provocaran profundidad. La única vez que se hizo se marcó un auténtico golazo. David López debería estar ya convocado en la selección.
Si quieres alargar el campo ante el Barça, debes acabar todas tus jugadas; si no, provocas su contra