Acuerdo entre el Barça y la UEFA para la exhibición de estelades
El organismo revisará su reglamento sobre los mensajes políticos en los estadios
“Cerrar carpetas” es la expresión de moda en Can Barça. Josep Maria Bartomeu, el presidente del club, la pronuncia repetidamente, con micrófonos delante y también sin ellos. El caso Neymar I, con costes colaterales, está archivado; la acción de responsabilidad, aunque de manera parcial, ha sido retirada. Y ahora ha llegado el turno del delicado asunto de las estelades, resuelto diplomáticamente por directivos y ejecutivos azulgrana sin excesivo ruido ambiental, después de negociar durante más de un año y medio con la UEFA. La solución, anunciada ayer por el club y aprobada en la junta directiva celebrada por la tarde, se basa en un pacto que obliga a concesiones por ambas partes. El club azulgrana ya ha movido ficha y ha retirado el recurso que elevó en su día al TAS por considerar la exhibición de estelades en su estadio un derecho fundamental como es el de la libertad de expresión. A cambio, la UEFA, a través de un comunicado emitido ayer, reconoce, aludiendo a su anticuada normativa, que “las reglas de esta naturaleza no están grabadas en piedra y que pueden y deben evolucionar para reflejar la naturaleza de la sociedad en la que vivimos”. Dicho de otra manera, el organismo que venía persiguiendo y multando al Barça por dar cobertura a la bandera independentista se compromete a modificar el conflictivo artículo para que la situación se normalice. El Barça, por tanto, logra dos objetivos: frenar la sangría económica y permitir que sus socios y aficionados, si ese es su deseo, acudan al Camp Nou con la bandera que creen que mejor les representa. Fuentes del club azulgrana aseguraron a este diario que esperan que el artículo en cuestión sea revisado antes del final de la presente temporada y que, ya a partir del 8 de marzo, día del próximo compromiso europeo en el estadio azulgrana contra el PSG, el informador de la UEFA guarde la cámara y el bolígrafo cuando aparezcan las estelades. Ese es el acuerdo y con ese objeto la UEFA se ha comprometido a crear un grupo de trabajo con la misión de actualizar una norma obsoleta que no sólo afectaba estelades sino otras simbologías aparentemente pacíficas exhibidas en otros estadios europeos.
El trayecto hasta el presente desenlace ha sido largo. De hecho, el Barça rozó un pacto parecido al actual cuando Gianni Infantino todavía lideraba la UEFA de forma interina, pero su asalto al trono de la FIFA dejó sin interlocutores políticos al Barça, que debió lidiar a partir de ahí con funcionarios poco dados a interpretar las leyes y sí a aplicarlas siguiendo su literalidad. Los responsables de llevar el tema en el Barça (Albert Soler y Raül Sanllehí, en la parte ejecutiva; Josep Maria Bartomeu y Jordi Mestre, en la directiva) encontraron después un nuevo aliado en el esloveno Alekssander Ceferin, nuevo presidente de la UEFA desde el pasado mes de septiembre, así como en Giorgio Marchetti, secretario general adjunto, y Emilio García Silvero, responsable jurídico. Ellos han sido los negociadores principales en unas conversaciones mantenidas por vía telefónica y en sucesivos encuentros realizados aprovechando partidos y otras reuniones ejecutivas. La UEFA ha entendido que para evitar escisiones de los grandes clubs, y el Barça lo es, lo más aconsejable es reducir problemáticas evitables. En la Euroliga de baloncesto, de carácter privado y controlada por los clubs, la estelada nunca ha sido un problema.
Josep Vives, portavoz de la junta del Barça, compareció alrededor de las nueve de la noche para anunciar el acuerdo, adelantado por Catalunya Ràdio a media tarde, y celebrar que el Camp Nou siga siendo “un templo de libertad”. También puso al día las sanciones económicas que el Barça ha pagado ya por la exhibición de estelades en partidos de la Champions (80.000 euros, empezando por los 30.000 de la final de Berlín) y concretó hasta cuánto podría ascender el montante total si los expedientes abiertos, que las dos partes negociarán a partir de ahora, le son desfavorables a la entidad: “En el peor de los casos a esos 80.000 habría que añadir 75.000”.
El club, que negociará las multas que siguen pendientes, ha retirado ya el recurso elevado al TAS
CAMBIOS EN LA UEFA La vía diplomática se abrió con Infantino y ha llegado a buen puerto con el nuevo presidente, Ceferin