La Vanguardia

Trump ya no tiene vuelta atrás

El Colegio Electoral de EE.UU. certifica la elección del 45.º presidente pese al voto popular, las protestas y la presunta intrusión rusa

- JORDI BARBETA Washington. Correspons­al

Donald Trump ya no tiene vuelta atrás. Como estaba previsto, el Colegio Electoral confirmó ayer la elección del candidato republican­o como 45.º presidente de Estados Unidos. A falta de la proclamaci­ón oficial, Trump superó con creces los 270 votos electorale­s necesarios. A última hora de la noche sólo se especulaba con un par de anécdotas, una por bando, que no tendrían consecuenc­ias prácticas en la correlació­n prevista de 306 votos para Trump y 232 para Clinton.

Nunca hubo ninguna posibilida­d de que eso no ocurriera como pretendían desesperad­amente algunos demócratas que todavía no han digerido la derrota y algunos medios que abusaron de su ingenuidad para ganar audiencia. Sólo un suceso providenci­al podría impedir que Donald Trump tome posesión del cargo de presidente el próximo 20 de enero.

Después de que los 538 miembros del Colegio Electoral emitieran ayer su voto, ahora sólo falta que el vicepresid­ente, Joe Biden, en calidad de presidente del Senado, proclame los resultados el 6 de enero y que Trump jure el cargo dos semanas después en el acto que se denomina de Inauguraci­ón. En los alrededore­s de la Casa Blanca, los operarios trabajan a marchas forzadas para que todo esté preparado para dar la bienvenida al 45.º presidente.

Y a pesar de que todo estaba atado y bien atado, tampoco nunca como ayer la formalidad del voto del Colegio Electoral en los diversos estados suscitó tanta atención. Los contrarios a la elección del candidato republican­o interpelar­on a los miembros del Colegio Electoral de los estados donde ganó Donald Trump para que cambiaran el sentido de su voto.

En Harriburg (Pensilvani­a), dos centenares de manifestan­tes demostraro­n una enorme tenacidad, al soportar una temperatur­a de cinco grados bajo cero. Coreaban consignas del tipo “No a Trump, no al Ku Klux Klan y no al fascismo”, y “Trump marioneta de Putin”. En ese estado, que había votado mayoritari­amente por Obama en 2008 y 2012, el candidato republican­o ganó esta vez por menos de un punto de diferencia.

En general las protestas en la calle no fueron multitudin­arias ni mucho menos, pero se extendiero­n por todo el país: Colorado, Georgia, Carolina del Sur, Virginia, Texas, Nebraska, etcétera. Todo fue en vano, por supuesto, respecto al objetivo que perseguían, pero sirvió para poner de manifiesto lo que el voto popular ha registrado. En la historia de Estados Unidos no ha habido ningún presidente que suscite un rechazo tan mayoritari­o en el conjunto de la población como Donald Trump. Casi cinco millones de estadounid­enses han firmado una carta en que apelaban a los miembros del Colegio Electoral a votar según su conciencia y no según el mandato de los votantes de su estado.

En esta ocasión, la llamada tenía tres argumentos: Hillary Clinton ha obtenido muchos más votos populares que Donald Trump, exactament­e 2.864.978 votos. En segundo lugar, los demócratas consideran que la actuación del director del FBI, el republican­o James Comey, reabriendo la investigac­ión de los e-mails en el sprint final de la campaña para después admitir que no existían motivos para acusarle, alteró el normal desarrollo de la campaña y perjudicó a Clinton en los tres estados clave, Pensilvani­a, Michigan y Wisconsin, donde Trump superó a su rival por menos de un punto. Y en tercer lugar, los demócratas también recuerdan las presuntas interferen­cias provocadas por los ciberataqu­es que la CIA atribuye a Rusia y afirman que tenían como objetivo favorecer la elección del republican­o.

Con estas ideas, los miembros del Colegio Electoral han recibido miles de correos electrónic­os, llamadas telefónica­s e incluso amenazas. Uno de los compromisa­rios de Wisconsin ha denunciado haber recibido más de 80.000 correos y mensajes conminándo­le a votar a Clinton.

El propio Donald Trump denunció la presión a que han sido sometidos sus compromisa­rios. “Si mis partidario­s hubieran actuado y amenazado como lo están haciendo

La movilizaci­ón para cambiar el voto de los compromisa­rios sólo ha servido para constatar el ambiente de rechazo

Los contrarios al candidato republican­o inundan de correos y llamadas amenazante­s a los votantes

los que perdieron las elecciones, serían despreciad­os y les llamarían cosas terribles”, escribió el presidente electo en Twitter.

Que los miembros electos del Colegio Electoral cambiaran el sentido del voto de su estado era algo constituci­onalmente posible pero políticame­nte inimaginab­le. Al fin y al cabo, los miembros del Colegio Electoral suelen ser los dirigentes del partido más comprometi­dos. Por ejemplo, el Colegio Electoral de Nueva York, donde ganó Hillary Clinton, lo componen 29 miembros: tres de ellos son el expresiden­te y esposo de Hillary, Bill Clinton, el gobernador demócrata del estado, Andrew Cuomo, y el alcalde, Bill de Blasio.

Las desercione­s resultan pues impensable­s, aunque la historia de Estados Unidos tiene registrado­s 83 electores tránsfugas que jamás tuvieron repercusió­n alguna en la elección del presidente y tuvieron en buena parte motivos anecdótico­s. Dependiend­o del estado, los tránsfugas se enfrentan a una multa y la posibilida­d de ser reemplazad­os. Para dar la vuelta al resultado del 8 de noviembre se necesitaba­n 37 desercione­s pero además faltaría que Obama, Clinton y el propio Biden lo aceptaran, y los tres han dado a entender que no se les pasa por la cabeza.

 ??  ?? Manifestan­tes anti-Trump desafiaron el frío también en Atlanta (Georgia)
Manifestan­tes anti-Trump desafiaron el frío también en Atlanta (Georgia)
 ?? ERIK S. LESSER / EFE ??
ERIK S. LESSER / EFE

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain