El Govern se mantiene en la negativa a asistir a la conferencia de presidentes
Rajoy habló hace unos días por teléfono con Puigdemont para que acudiera a la cita
El Govern se mantiene en la posición de que Carles Puigdemont no asista a la conferencia de presidentes autonómicos fijada por Mariano Rajoy para el 17 de enero y de que, en consecuencia, la consellera de Presidència, Neus Munté, tampoco lo haga a la reunión preparatoria convocada para mañana por la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. Esta es, cuando menos, la previsión con la que trabaja el equipo del presidente de la Generalitat, al que no le consta que la Moncloa sólo vea posible la celebración de la entrevista bilateral entre los dos mandatarios si hay posibilidades de llegar a acuerdos y la condicione a la presencia de Carles Puigdemont en la conferencia de presidentes, según publicaba ayer La Vanguardia.
“Nadie nos ha dicho nada de cuáles son las intenciones del Gobierno español y, por tanto, mientras no haya novedades, nuestra posición no varía”, explican también a La
Vanguardia fuentes del Govern, que, en todo caso, precisan: “Presionarnos sobre la reunión bilateral para que acudamos a la conferencia de presidentes no parece el camino más indicado”. “Y sostener que si no se lleva a cabo la entrevista entre los dos presidentes es para no molestar a las otras autonomías nos retrotrae al café para todos y tampoco es de recibo”, remachan. El Govern, de hecho, podría estar dispuesto a reconsiderar su negativa a la conferencia de presidentes si sobre la mesa tuviera el compromiso firme del Gobierno español de tratar bilateralmente la llamada cuestión catalana –o lo que es lo mismo, la propuesta de referéndum–, “pero esto no es así”, de manera que, “de momento, no hay motivo para cambiar”, remarcan las mismas fuentes.
Y, de acuerdo con este criterio, si Carles Puigdemont no va a la conferencia de presidentes, tampoco tiene sentido que Neus Munté asista a la reunión preparatoria. “Ahora estamos aquí”, subrayan las citadas fuentes del Govern. El rechazo del presidente de la Generalitat a asistir a la cita ha sido inequívoco desde el momento mismo en que Mariano Rajoy la anunció en el marco de su debate de investidura en el Congreso y desde entonces se ha mantenido inamovible a pesar de la presión ejercida desde diversos ámbitos del Gobierno español para que diera marcha atrás.
En los últimos días, y coincidiendo con la convocatoria oficial del presidente del Gobierno español que fijaba la conferencia de presidentes para el 17 de enero, Carles Puigdemont ha recibido incluso la llamada de Mariano Rajoy, como hizo con el lehendakari Iñigo Urkullu, para que acudiera. Sin embargo, el resultado, en una breve conversación telefónica sin más contenido que este, volvió a ser la negativa de Catalunya como respuesta, al igual que le ocurrió con el caso del País Vasco.
En paralelo, el presidente de la Generalitat recibía también la carta del mismo presidente del Gobierno español en la que convoca a todos los presidentes autonómicos a la cita. Una carta estándar, idéntica para todos los destinatarios, en la que se anuncia que se convoca la reunión para hablar del sistema de financiación autonómico –caducado desde el 2014–, pero sin más detalles ni especificaciones ni un orden del día desarrollado, que es lo que precisamente podría concretarse en la reunión de mañana de Soraya Sáenz de Santamaría en Madrid con los consejeros autonómicos de presidencia.
Mientras tanto, los socios del Govern se muestran cada vez más escépticos sobre el alcance real de la supuesta apuesta del Gobierno del PP por el diálogo. Es el caso del Partit Demòcrata Europeu Català (PDECat), que en la reunión de ayer de su dirección ejecutiva constató que los últimos movimientos confirman justamente que “la prueba del algodón de la operación diálogo sale negativa”, según palabras de su coordinadora general, Marta Pascal, en referencia a la judicialización de la vida política catalana que se está visualizando estos días. La número tres del PDECat aludía sobre todo a la declaración de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ante el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) y a la iniciativa de la abogacía del Estado para imputar a cuatro miembros más de la Mesa por el mismo caso de las conclusiones de la comisión de estudio del proceso constituyente, y a partir de aquí se interrogó sobre si detrás de la llamada operación
diálogo hay una “voluntad de aplicarla” o “sólo es una muestra más de postureo”.
El Gabinete catalán rechaza que se supedite la reunión entre Puigdemont y Rajoy al encuentro autonómico