Regatea donde nadie puede hacerlo
El regate es un don natural. Yo podía haber sido ciclista por mi padre y quise exprimir la bici que me regalaron, pero cuando me regalaron un balón y vi que tenía un don natural para regatear me enamoré del balón. Es mucho más difícil regatear que hacer gol. Marcar lo puede hacer cualquier tuercebotas que esté ahí pero regatear no. Messi domina el arte más difícil del fútbol. Si no fuera por un regateador como Messi los reyes del fútbol serían los defensas y los porteros gracias a las pizarras. Lo de Messi devuelve la esperanza al fútbol de que los regateadores podrán con los sistemas ultradefensivos. Yo driblaba por la banda y tenía pendiente de mí al central y al lateral, pero es que Messi regatea donde nadie más puede hacerlo, en el corazón del campo, en la frontal del área, con al menos los dos mediocentros y los dos centrales pendientes de ti. Lo que hizo contra el Espanyol fue una barbaridad y más en el fútbol moderno. La pena es que el derbi no fuera una final para que esta acción, la que terminó en el 2-0, no tuviera aún una trascendencia mayor. Lo que hace Messi es un desafío físico y mental. Lo consigue con su tremenda habilidad y su centro de gravedad bajo. Yo entiendo el regate como la jugada que elimina líneas de presión y que elimina a rivales y eso es lo que consigue Leo. Pero claro estamos hablando de Messi que, como Maradona ante Inglaterra, hizo la mejor jugada individual de todos los tiempos contra el Getafe.