El rescate de las autopistas se ejecutará en el 2018, según Fomento
De la Serna cifra en 1.800 millones el sobrecoste de las expropiaciones
El rescate de las autopistas de peaje en quiebra va para largo. Este fue el mensaje que trató de trasladar ayer el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, al estimar que el pago del rescate de las ocho concesiones en concurso de acreedores –entre ellas, las radiales de Madrid– se iniciará con toda probabilidad en el verano del 2018. En su primera intervención ante la comisión del Congreso para presentar las líneas básica de su departamento, De la Serna defendió que están trabajando para “minimizar” el impacto económico de esta compensación a la que ha de hacer frente el Estado.
El ministro sigue sin descartar la posibilidad de llegar a un acuerdo con los acreedores, aunque “francamente es difícil”, aseguró, debido a que “los antiguos propietarios han ido vendiendo” la deuda. De la Serna evitó cuantificar a qué puede ascender la cláusula de compensación por la rescisión anticipada de los contratos y la reversión de los activos en el Estado –la responsabilidad patrimonial de la administración (RPA)–, que la patronal del sector cifra en 5.500 millones de euros. En cambio, puso el acento en la complejidad del proceso: sin dar fechas concretas, sí explicó que las radiales R-3 y R-5 son las que se encuentran en un estadio judicial más avanzado y que en plan de liquidación está previsto que se abra en julio del 2017. Y desde entonces, señaló, la resolución firme del contrato puede alargarse hasta seis meses, a lo que hay que sumar otro plazo de seis meses para cerrar “el procedimiento de cuantificación del importe” de la RPA. Será entonces cuando el desembolso del Gobierno central computará en el déficit público y complicará los planes de cumplimiento de los objetivos acordados con la Comisión Europea.
De la Serna atribuyó además el fiasco de las autopistas de peaje quebradas a un “sobrecoste de las expropiaciones” –que vinculó a las decisiones tomadas en los tribunales– y a “diferencias sustanciales” entre el tráfico previsto por las adjudicatarias, así como “las mejoras” en las vías alternativas. En realidad, el volumen de vehículos fue un 45% inferior al estimado, señaló el ministro.
Para justificar la decisión de construir estas ocho autopistas ahora quebradas, el máximo responsable de Fomento argumentó que, entre 1998 y el 2003, el crecimiento del tráfico en las vías de peaje había sido del 5% al año y al del 6,3% anuales en las gratuitas. Asimismo, recalcó que la crisis supuso un descenso del 35% en el volumen de tráfico en las autopistas de pago.
En cuanto a las expropiaciones, según el titular del Ministerio de Fomento, la aplicación de “distintos criterios para calcular el valor de los terrenos” supuso que acabaran costando 2.200 millones frente a los 400 previstos inicialmente. De esta forma, la factura por los terrenos expropiados se multiplicó nada menos que por cinco.
La oposición criticó con dureza el fuerte desembolso que tendrá que hacer el Estado. En concreto, el PSOE acusó a Fomento de “privatizar los negocios” (haciendo referencia al gestor aeroportuario AENA) y “socializar las pérdidas” (como es el caso de las autopistas de peaje).
“¿Qué rescate? Es el cumplimiento de un contrato en vigor”, contestaron desde el grupo parlamentario del PP. en línea con lo defendido en los últimos días por el propio De la Serna. “No se trata de una decisión política sino el cumplimiento de la legalidad”, remató el ministro.
Sobre la posibilidad de ampliar la privatización de Aena, De la Serna se limitó a señalar que “no hay ninguna decisión tomada”. Aparte de hacer un llamamiento para llegar a “gran pacto nacional” por las infraestructuras y el transporte en el primer semestre del 2017, el responsable de Fomento avanzó que aplicarán medidas para promover un mayor uso de la red de infraestructuras de AVE, aeropuertos y carreteras ya construidas. “Tenemos un gran desarrollo en materia de infraestructuras, pero no todas están teniendo el aprovechamiento que sería deseable y, por ello, hay que revertir esta tendencia y mejorar su uso”, aseguró.
El responsable de Fomento apuesta por “aprovechar” mejor las infraestructuras existentes