LA LUCHA DE DAVID CONTRA GOLIAT
Tras la incubadora, la hora de la verdad: de ‘start-up’ ‘madurita’ a compañía joven
“Empezamos en 2010 en una oficina de 17 metros cuadrados: el box 101, el más pequeño de Barcelona Activa”, recuerda Emilio Avilés, CEO y fundador de SlashMobility. Hoy en día, la empresa es todo un referente en el desarrollo de soluciones mobile corporate: en sólo seis años, ha producido más de un millar de aplicaciones –no sólo para smartphones: también para wearables, Internet of Things y smart
cities– y cuenta con más de un centenar de clientes, tanto start-up como grandes multinacionales, entre ellas Social Point –hija también de la misma incubadora–, FC Barcelona, Desigual, Pronovias, HP, Telefónica, Santander o La Caixa.
La empresa permaneció en el centro de Glòries hasta diciembre de 2013. Y luego llegó la hora de la verdad. “El gran reto era pasar de ser una start-up madurita a ser una compañía joven, con ingresos recurrentes, cuentas grandes, diversificación de productos y servicios... Cuando ya no eres una start-up que ha nacido hace uno o dos años, debes demostrar volumen e ingresos. Si no, puedes empezar a sufrir, porque, con ese tamaño, eres más sensible a las crisis y los cambios externos”, apunta Avilés, y añade que esa metamorfosis no es sencilla: “Aunque tengas clientes, tienes que fidelizarlos; convertirte, en definitiva, en su partner
mobile oficial. Y para eso tienes que reinventarte, porque ahí ya no compites con otras start-up, sino con grandes consultoras. Ese mercado es David contra Goliat”.
EMPRENDEDORES EN SERIE
La empresa se ha enfrascado en los últimos años en otras iniciativas. “Montamos nuestra propia incubadora de start-up de
apps mobile, SlashLab, que ya ha acogido más de 50 proyectos. Ahora estamos lanzando un venture builder para invertir en talento tecnológico en Barcelona, para el que hemos levantado una ronda de inversión de 1,2 millones de euros. También trabajamos con la UPC, Barcelona Activa y el departamento de Treball en una escuela digital que permita acelerar las competencias de los jóvenes en empleos digitales atractivos”, agrega Avilés.