Entre la “ficción” y la “radicalidad”
“Unas cuentas de ficción y triunfalistas”
Unos presupuestos de ficción para un proceso independentista de ficción. Así definió el secretario de acción Política de Ciutadans, Antonio Espinosa, su enmienda a la totalidad a las cuentas de la Generalitat para el 2017, entre otras razones por que aumentarán la deuda catalana en 2.500 millones de euros, situándola en más de 70.500 millones, unos 10.300 euros por catalán.
“No vamos a apoyar unos presupuestos pensados únicamente para separar a los catalanes entre sí y a los catalanes del conjunto de los españoles, no vamos a gastar ni un solo euro en un proceso separatista que afectará negativamente a la economía de Catalunya”, avisó Espinosa, quien al margen de sus discrepancias ideológicas con el Govern argumentó el voto en contra de C’s por el hecho de que los presupuestos son “malos” y no van a devolver el bienestar a las clases medias y populares catalanas golpeadas severamente por la crisis.
Espinosa lamentó que la Generalitat siga jugando a la “república independiente” con el dinero de todos los catalanes y señaló, como ejemplo del derroche ideológico, los 93 millones que Junqueras quiere destinar a la agencia tributaria para recaudar “los mismos impuestos propios y cedidos que se recaudan hoy”. / I. Ellakuría
El PSC, en contra de unos presupuestos antisociales
El PSC cargó contra unos presupuestos que, según manifestó la diputada socialista, Alicia Romero, “debilitan el modelo de sociedad pública” y suponen una mayor carga para las familias y la “red de protección”, de por sí desgastada por la crisis. Unas cuentas que no revierten los recortes y que no piden un mayor esfuerzo a las rentas más altas y con los que, en su elaboración, el Govern ha ignorado al conjunto de formaciones políticas salvo a la CUP. “Y aun así no sabemos si los votarán. Volvemos a jugar con los problemas de la gente y de las empresas”, dijo Romero.
La diputada socialista dijo mostrarse sorprendida “por la poca capacidad de ERC para cambiar” una sociedad que, con estos presupuestos, sigue “el modelo Pujol” y, ante los cuales, el PSC ha presentado 1.206 enmiendas. “En el 2011, el Govern Mas-Camacho destinó 18.067 millones de euros a partidas sociales, y en los presupuestos del 2017 se destinarán 17.831”, añadió.
Romero mostró su malestar por la “poca sensibilidad” del Govern al infrafinanciar la educación, “dejándola al nivel de inversión de países como Laos o Perú”, o al destinar cero euros a guarderías, no revertir los recortes en sanidad y no bajar las tasas universitarias. “No hay partida para la renta garantizada de ciudadanía. En nuestra enmienda la dotamos de 5,8 millones de euros, los destinados al referéndum, al menos, para empezar”, señaló. / Raúl Montilla
Junqueras, el “mejor alumno” de la troika
El grupo Catalunya Sí que es Pot presentó un panorama presupuestario totalmente opuesto al dibujado por el vicepresident Oriol Junqueras. La confluencia de izquierdas insistió en que estas “no son las cuentas más sociales” posibles, porque no recuperan la inversión en educación o sanidad previa a los recortes del 2011.
Al contrario, para Cataluya Sí que es Pot el proyecto presentado por Junqueras es “continuista”, “sumiso” e “insostenible”. “No son los presupuestos que necesita Catalunya y por eso presentamos enmienda a la totalidad”, resumió el portavoz del grupo, Joan Coscubiela. “Continuistas” porque, según éste, siguen la estela de los presentados en el 2016, que vetó la CUP, y de los gobiernos de Artur Mas. “Sumisos”, porque “cumplen a rajatabla las políticas de ajuste fiscal de la troika y del Estado”, renunciando además a reformar los impuestos cedidos a la Generalitat. “Usted es un alumno aventajado de la troika y de Montoro”, lanzó Coscubiela a Junqueras.
La coalición censuró también que el Govern recurra “a la gesticulación” y la “supuesta desobediencia” para, a su juicio, “esconder” estas carencias. Es el caso, dijeron, del debate sobre la partida para el referéndum. “Saben que un referéndum se puede celebrar sin una partida específica”, afirmó Coscubiela. “Referéndum sí, pero no renunciando a las políticas sociales “, zanjó. / Maite Gutiérrez
“Un ataque a los intereses de Catalunya”
El portavoz del PP catalán, Alejandro Fernández, defendió que las cuentas presentadas ayer por el Govern son la enésima demostración de su matrimonio con la CUP y su “nihilismo político” que quiere liquidar “lo mejor de la sociedad catalana”. En este sentido, Fernández advirtió de que el pacto con los antisistema tiene un precio “brutal” para los catalanes: recortes en infraestructuras ferroviarias, en promoción industrial, en carreteras, en infraestructuras del mundo rural, en medidas de fomento empresarial...
“De verdad era necesario pactar con esta tropa”, le espetó Fernández al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, después de hacer un somero repaso a algunas de las líneas maestras del partido antisistema: colectivizar la propiedad privada, intervencionismo, liquidación de los conciertos escolares, salida de la UE, un año sabático cobrando.
“El pacto con la CUP convierte a este presupuesto en algo profundamente anticatalán, porque contradice algunas de las características catalanas: propiedad privada, ahorro familiar, iniciativa industrial privada, comercio... Eso es Catalunya y no le gusta a la CUP”, dijo Alejandro Fernández, quien tendió la mano al Govern para dialogar. “Si ustedes renuncian a dialogar con el Gobierno nosotros dialogaremos directamente con la sociedad catalana”, avisó. / Iñaki Ellakuría