Michelle Obama, en su última entrevista televisada como primera dama
La primera dama admite el dolor por la victoria de Trump y llama a no perder la esperanza
Michelle Obama, la primera dama de Estados Unidos, ha obsequiado a su amiga Oprah Winfrey, la estrella afroamericana de la CBS, con la que probablemente será su última entrevista desde la Casa Blanca. La conversación entre ambas, que duró una hora, se desarrolló en una atmósfera de complicidad indisimulada, pero, a pesar de ello, las palabras de Michelle Obama adquirieron un tono de despedida triste. Y no por la inminencia de abandonar la Casa Blanca, que la primera dama ve como una liberación, sino por la sensación de derrota que le invade tras la victoria de Donald Trump.
Ya había trascendido que la noche de las elecciones Michelle Obama en cuanto vio que Trump se acercaba a la victoria prefirió acostarse sin esperar a conocer el resultado definitivo. En la entrevista con Winfrey vino a explicar por qué: “Esta última elección fue un reto para mí como ciudadana y la experiencia fue dolorosa...”.
Efectivamente, Michelle Obama se empleó a fondo durante la campaña a favor de Hillary Clinton y fue el mayor azote de Donald Trump, sobre todo a raíz de los comentarios sexistas del candidato republicano. Ahora tiene la sensación de haber perdido la esperanza y se rebela contra eso respecto a sí misma y al conjunto del país.
Le preguntó Winfrey si el presidente Obama había abrigado las esperanzas de los estadounidenses, tal como rezaba el leitmotiv de la campaña de 2008 y la primera dama respondió que sí e inmediatamente lo comparó con su estado de ánimo tras la victoria de Trump: “Ahora notamos la diferencia –dijo–, sentimos como si hubiéramos perdido la esperanza”. Y luego añadió: “La esperanza es necesaria. Es un concepto necesario. ¿Qué les das a tus hijos si no puedes darles esperanza? Rezo para que los estadounidenses mantengan viva la esperanza”. Como las palabras de Obama se filtraron antes de la emisión gra- bada de la entrevista, Donald Trump se apresuró a formular una respuesta preventiva. Aprovechando un mitin en Alabama y ante los gritos de euforia de sus partidarios, el presidente electo replicó: “Michelle Obama dice que no hay esperanza, pero supongo que estaba hablando sobre el pasado, no sobre el futuro”.
A pesar de ese tono amargo, Michelle Obama prometió actuar con lealtad respecto a los que van a ser los nuevos inquilinos de la Casa Blanca y se mostró absolutamente dispuesta a ayudar a su su-
cesora, Melania Trump. “Haremos lo que sea necesario para que tengan éxito”, aseguró Michelle. Nadie nace preparado para ejercer de primera dama, vino a decir Michelle “y no te das cuenta de lo que significa hasta que estás aquí”. Y en ese sentido envió un mensaje a Melania Trump: “La puerta está abierta”, es decir, que puede contar con ella para cualquier pregunta o consejo. Obama se deshizo en elogios de su antecesora, Laura Bush, que, según dijo, adoptó una actitud impecable en el traspaso de 2009 y ella está dispuesta a hacer lo mismo con su sucesora.
La primera dama, que se convirtió en una referencia moral de los demócratas durante la campaña electoral, ha negado repetidamente que piense postularse para la candidatura demócrata de
“Ahora notamos la diferencia, es como si hubiéramos perdido la esperanza y la esperanza es necesaria”
2020 como sectores del partido le han reclamado. Durante la entrevista quedó clara su negativa, pero no dejó de expresar sus reflexiones de contenido político, con relación a la división que se palpa en la sociedad estadounidense: “Tenemos tanto miedo unos de otros... El color, la riqueza, estas cosas que en realidad no importan todavía tienen un gran papel en nuestras relaciones. Y es triste porque lo que menos nos define es el color de nuestra piel o el tamaño de nuestra cuenta bancaria. Nada de eso importa”.
En plena entrevista, el presidente Obama hizo una aparición fugaz. La entrevistadora le pidió su opinión sobre Michelle como primera dama y no se mordió la lengua: “La manera como Michelle ha sabido combinar la actitud política y al mismo tiempo divertida ha sido magistral”.