Maravillas de coral
Guitarrista de referencia del jazz fusión de la década de los 70, con una brillante hoja de servicios en grupos como Secta Sònica o Música Urbana, Jordi Bonell se ha prodigado más como sideman que como líder a lo largo de su extensa carrera. Su primer disco en solitario Àngel data de 1996. Tras dicho trabajo a guitarra sola, Bonell publicó en el 2004
Agua madre. Y ahora, doce años después, este brillante guitarrista y compositor barcelonés vuelve a la carga con Coral pulse ,un álbum que contiene hasta nueve composiciones de nuevo cuño inspiradas sobre temática marina. Sin duda, la espera ha merecido la pena, ya que estamos ante el mejor trabajo en la órbita del jazz fusión que se ha cocinado en mucho tiempo por estos pagos. Para la presentación de Coral
pulse en el Jamboree, Bonell puso en liza una señora formación con apuestas de riesgo en su paleta instrumental, como el arpa de Josep Maria Ribelles, o las voces entendidas como instrumentos librados a la improvisación de Ferran Savall y Dani Lumbreras. A caballo del Qué será inicial, no tardamos en comprobar que todas las piezas encajaban con precisión en el fascinante y sincrético universo de Bonell, abierto a las sonoridades de otras culturas de ultramar, tanto africanas, como americanas, orientales e incluso celtas. En el curso de este fenomenal temazo, cantado con alma por Savall, el guitarrista nos deslumbró con su maravilloso sonido líquido y exquisita inventiva, bien secundado al piano por un sembrado Roger Mas que nos recordó al africanizante Hank Jones de Sarala.
Luego, Jordi Bonell mostró su maestría a guitarra sola, en un precioso dúo con el arpista Josep Maria Ribelles, y a trío y en clave más barroca, con un Dani Lumbreras que realizó una exhibición vocal portentosa en Des
de la finestra. Antes de abordar, con el grupo al completo y la contribución estelar del fino trompetista Matthew Simon, dos instrumentales del más alto nivel: Breakfast at Mele´s e Indian winter. Para redondear un concierto memorable a propósito de El despertar, otra de las maravillas de coral contenidas en el álbum, y que contó con la inestimable colaboración al bajo del gran Carles Benavent.