Deutsche Bank y Credit Suisse pactan al fin la multa por las hipotecas basura
Las dos entidades desembolsarán 12.000 millones para zanjar el caso en EE.UU.
Las hipotecas subprime, aquellos créditos inmobiliarios de riesgo vendidos en forma de paquetes envenenados en el circuito financiero, causaron un colapso bancario y dieron lugar a la gran recesión del 2008. Ayer, ocho años después, se pasó página sobre este episodio de la reciente historia económica. Las dos últimas entidades involucradas en ese escándalo pasaron cuentas.
Deutsche Bank y Credit Suisse, tras un interminable proceso de negociación, accedieron por fin a pagar unos 12.000 millones de euros por su responsabilidad en lo ocurrido, al haber promovido estos productos tóxicos con conocimiento de causa en los meses previos al crac. Las dos entidades llegaron a un acuerdo con el Departamento de Justicia de EE.UU. y así zanjan el litigio que tenían pendiente.
En concreto, Credit Suisse ha pactado desembolsar unos 5.000 millones y deberá provisionar unos 2.000 millones, que incidirán en las cuentas del cuarto trimestre (y llevarán el año a cerrar en números rojos). En lo que se refiere al Deutsche Bank, acepta apagar una multa de unos 3.000 millones, a los que habrá que añadir otros 4.000 millones en medidas compensatorias destinadas a sus clientes (en forma de modificaciones de préstamos y otras asistencias). Para ello, contabilizará un cargo adicional (a los 5.700 millones ya previstos) de 1.120 millones de euros en los resultados financieros del último trimestre.
Sin embargo, muchos analistas respiraron ayer aliviados al conocer la noticia, ya que el caso que involucraba al banco alemán era especial motivo de preocupación en los ambientes financieros. “El presidente John Cyran se ha hecho un regalo de Navidad, así como su banco, el Deutsche Bank”, ironizaba a France Presse el analista Ingo Frommen de LBBW Bank. En efecto, el coste es casi la mitad de los 13.000 millones de euros inicialmente reclamados. Asimismo, el acuerdo pone fin a un largo periodo de incertidumbre, que había acabado de castigar el título en bolsa –en septiembre la acción alcanzó el mínimo histórico en 9,9 euros– y que obligó el FMI a calificar la entidad como “una fuente mayor de riesgo”.
De hecho, en una nota difundida ayer el banco aseguró que el acuerdo “no tendrá un impacto sustancial en el balance del 2016” (en todo caso ya se estimaba que el ejercicio anual acabaría en pérdidas). La agencia Standard and Poor’s opinó que el gigante bancario alemán será capaz de “absorber los costes” sin poner en riesgo su capital o sus resultados. La posibilidad de un aumento de capital es remota.
El acuerdo del Deutsche Bank es significativo también por sus implicaciones políticas. El banco alemán es el primer acreedor del grupo empresarial capitaneado por Donald Trump, el presidente electo de EE.UU., con un importe estimado de 348 millones de euros, la mitad del total. Al cerrar el caso, la administración Obama evita así que el conflicto de interés empañe el arranque del nuevo mandatario estadounidense.
Según Bloomberg, el Deutsche Bank ya ha tenido que desembolsar más de 9.000 millones desde el 2008 en concepto de distintas prácticas fraudulentas, desde la manipulación del índice Libor hasta la violación del embargo de EE.UU. contra Siria e Irak. El banco tiene previsto reducir unos 9.000 puestos de trabajo de aquí al 2020.
Las hipotecas basura han dejado muchos cadáveres por el camino. Ayer, el Deparamento de Justicia dijo que Barclays está siendo investigado por los mismos hechos. Cuatro grandes entidades estadounidenses –JPMorgan, Citigroup, Morgan Stanley y Bank of America– aceptaron en los últimos años pagar unos 38.000 millones de euros por comercializar valores respaldados por hipotecas tóxicas, operaciones consideradas por las autoridades como “claramente irresponsables y deshonestas”.
PUNTO FINAL El mercado bursátil celebra el fin de la incertidumbre y ve el coste “asumible”
OPORTUNIDAD POLÍTICA El banco alemán es el mayor acreedor de Trump y así se evita un conflicto de interés