Trump, Yellen y Draghi empujan al Ibex a cerrar en tablas el 2016
Las bolsas salvan un mal año gracias a los estímulos fiscales y monetarios
Casi al final, pero ¡salvados! Las promesas de nuevos estímulos fiscales de Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos; la prudencia y el sesgo acomodaticio de Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal, para subir los tipos de interés; y el anuncio de una retirada gradual –con nueve meses de propina– del programa de compra de bonos que hizo hace tres semanas Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, han regalado a los inversores un fin de año espectacular. Tanto como para hacer olvidar o pasar un poco por alto los sinsabores y disgustos de buena parte del año bursátil y encaminarse al examen del 31 de diciembre con opciones de lograr un aprobado raspado que parecía imposible hace muy poco tiempo.
En el caso de Wall Street, aún más. El arreón bursátil final patrocinado por el nuevo tándem Trump-Yellen, junto con los buenos datos de la economía, ha llevado a los principales índices estadounidenses a sus máximos históricos. El más importante, el Dow Jones, encara el cierre del ejercicio al borde de los 20.000 puntos después de subir un 11,5% desde principios de noviembre.
Casi todas sus ganancias anuales se deben a lo logrado en los dos últimos meses, en los que se han ido sucediendo los récords por la creencia de que seguirá habiendo gasolina en el mercado. Si hasta ahora la proporcionaba la Fed, ahora nadie quedará desamparado porque la nueva administración recortará impuestos de forma drástica a las empresas y destinará un billón de dólares al desarrollo de infraestructuras. ¡Adiós, estímulos monetarios (gradualmente), hola estímulos fiscales y más gasto! Trump invita a una nueva ronda a Wall Street.
Algo parecido, aunque partiendo de realidades distintas ha sucedido con el conjunto de las bolsas europeas en las últimas semanas. El Eurostoxx, el índice de las principales compañías de Europa, también sube un 11%
desde principios de noviembre y, con la pequeña revalorización del 0,14% del pasado viernes, no solo ha dejado atrás las pérdidas sino que hasta contabiliza unos modestos beneficios en el 2016.
Europa ha apuntado a la penuria bursátil en varios momentos del año. Sobre todo, en verano, después del Brexit decidido por los británicos en el referéndum del pasado 23 de junio. Se iba a acabar el mundo (europeo) y parece que aún no ha llegado la hora. Casi medio año después, el 4 de diciembre, otra consulta popular –esta vez en Italia, para reformar la Constitución– y la quiebra del Monte dei Paschi volvieron a sembrar de minas el terreno de los inversores. Pero no pasó nada.
La reunión del consejo de gobierno del BCE del pasado 8 de diciembre aprobó mantener durante nueve meses más, aunque reduciendo un poco la dosis, la
medicación a la economía europea, convaleciente todavía tras enfermar gravemente durante la Gran Recesión. El plan del presidente Draghi fue acogido especialmente bien por los bancos, protagonistas del rally de fin de año. En el último mes, el Eurostoxx Banks, el índice con los principales bancos europeos, ha subido un 17%.
El viento de cola ha beneficiado al Ibex, que anda un poco más retrasado que sus competidores, precisamente por las dificultades de los bancos por ganar dinero en un entorno de tipos de interés del 0%. Su estirón del 6,5% de noviembre y diciembre no le ha bastado para entrar en positivo en el año, pero le queda muy poco: pierde un 1,85% en el año a falta de cuatro sesiones. El aprobado está ahí, a apenas 176 puntos. En el fondo, da un poco igual lo que pase. Enseguida llegará la reválida del 2017.
WALL STREET El 20 de diciembre, el Dow Jones cerró en su máximo histórico al llegar a 19.974 puntos BOLSAS EUROPEAS En el año del Brexit y del no de Italia a las reformas, el Eurostoxx puede cerrar en verde EL IBEX 35 Pese a las dificultades de la banca, el Ibex 35 está a 175 puntos de dejar atrás las pérdidas