Tres atentados del EI contra objetivos chiíes causan 37 muertos en Bagdad
El Estado Islámico ha recrudecido sus ataques a la comunidad chií, a la que califica de “renegados”
Una serie de tres atentados que tenía como principal blanco a la comunidad chií sacudió ayer Bagdad y causó al menos 37 muertos y 74 heridos. Era el tercer día consecutivo en el que se registraban atentados mortales en Irak.
Dos de los atentados tuvieron como blanco el barrio de Ciudad Sadr, una zona humilde de mayoría chií a las afueras de la capital iraquí, según fuentes policiales.
El ataque más grave, que fue reivindicado por el Estado Islámico (EI), causó la muerte a 37 personas y dejó a otras 65 heridas, algunas de ellas de gravedad, cuando un coche bomba hizo explosión en una plaza abarrotada a las puertas de un mercado en Ciudad Sadr.
Un comunicado del EI, difundido a través de su agencia, Amaq, afirmó que ese ataque fue perpetrado por un suicida y tenía como blanco a los chiíes, a los que el grupo extremista suní trata como “renegados”.
La plaza 55, donde ocurrió el ataque, se encuentra en la entrada del mercado de Yamila, donde se reúnen cada mañana decenas de trabajadores, dueños de tiendas y clientes. Según la agencia Ap, el suicida se hizo pasar por alguien que buscaba jornaleros y, cuando tuvo unos cuantos en torno a él, activó el artefacto explosivo.
La segunda bomba hizo explosión unas horas después frente al hospital Al Kindi, en el este de la capital, donde por lo menos cuatro personas resultaron heridas.
Un tercer artefacto estalló en las proximidades del hospital de Al Shauader, también en Ciudad Sadr, e hirió a otras cinco personas. En esta zona reside un nutrido grupo de seguidores del clérigo Muqtada al Sadr, un destacado líder opositor al Gobierno iraquí y cuya familia da nombre al barrio, que es con frecuencia blanco de atentados.
El clérigo, a pesar de su oposición al Gobierno, expresó la semana pasada durante una reunión con el primer ministro, Haider al Abadi, su apoyo al ejército en su ofensiva para la liberación de la ciudad de Mosul, el principal bastión del EI en el norte de Irak.
Este es el tercer día seguido con atentados terroristas con un elevado número de muertos en Irak. En Nochevieja dos bombas causaron 28 muertos en Bagdad, y el día de Año Nuevo otro ataque suicida en Al Nayaf, un santuario chií en el sur del país, mató a otras siete personas.
Esos atentados también fueron reivindicados por el EI, que en los últimos días ha redoblado sus amenazas contra la comunidad chií.
El recrudecimiento de los atentados del EI en este país ha coincidido con una nueva ofensiva del Ejército iraquí, con el apoyo de la coalición internacional, lanzada contra el feudo de los yihadistas en Mosul.
El ejército iraquí reanudó el jueves su ofensiva contra el EI en Mosul y en las primeras jornadas de combates le arrebató varios barrios del este de la ciudad. No obstante, el EI, que conquistó Mosul en el 2014, sigue manteniendo el control de la mitad occidental de la ciudad y de amplias zonas en la provincia.