“El problema fue que exigí demasiado a la moto”
Joan Barreda, piloto de Honda
TONI LÓPEZ JORDÀ
CON GANAS DE NAVEGAR
“Soy un poco de la vieja escuela de la gestión de carrera, tengo ganas de exprimir la navegación” EL TRABAJO CON HRC “Los japoneses son muy cuadriculados. Les dije: ‘¡Me la sopla el banco de pruebas! ¡Quiero probar la moto!’”
Después de haber corrido seis ediciones del Dakar sin demasiado éxito, entre averías y caídas, con un séptimo puesto (2014) como mejor resultado, este 2017 es prácticamente un ahora o nunca para Joan Barreda Bort (11/VIII/1983). El piloto de Torreblanca (Castellón) quiere, de una vez, tomar el relevo de Coma y Despres, los grandes dominadores de la década hasta el año pasado. Aparentemente solucionados los problemas de fiabilidad de la Honda, y con el apoyo de toda la estructura, Barreda, quinto ayer en la primera etapa, cree que lo tiene todo para que éste sea su año, según explicaba a La Vanguardia.
¿Ha llegado a este Dakar en su mejor momento?
Sí, yo creo que está todo muy en su sitio. La sensación que tengo es de más calma que nunca. Hemos trabajado mucho con el equipo para hacer una reestructuración que era necesaria, ya que el año pasado fallamos dos veces con la moto. Hemos introducido gente que nos aportará experiencia. En el aspecto deportivo, el feeling que tengo con la moto es buenísimo. Debo cuidar el aspecto físico, de cara al desgaste de las etapas, que es donde voy siempre más justo. Soy el piloto más delgado de todos, por fisonomía.
¿A la séptima será la vencida?
Sería bonito, esperamos que sí, que salga bien. Lo importante es mantener la salud, no tener ninguna caída grave. Y después, hacer una carrera con sentido común, sin errores de navegación.
¿Le agobia llevar seis Dakar y que ninguno haya salido bien?
Está claro que es una mochila que llevas a la espalda. Pero también tengo todo un equipo y una fábrica oficial detrás, colgada de mi moto. Tengo claro el sistema de trabajo. Es incompatible la presión con este sistema, con navegar bien y estar concentrado. Si pienso en la presión, nunca podré hacer bien las cosas. No me preocupa. Llevo ya unos años y la tengo asumida y superada.
¿Cómo ha gestionado esta mochila de presión?
El aspecto psicológico ha sido básico. Ya no hago tanto trabajo específico, pero sí recordatorios de métodos de concentración con un psicólogo de Castellón que ha trabajado
con Roberto Bautista. A él le ha ido muy bien. Pero la realidad es que ha fallado otro aspecto muy diferente al psicológico.
El mecánico. ¿Han averiguado por qué falló tanto la moto?
Después de analizar todos los datos, encontraron que el motivo principal es que yo le exigía a la moto entre un 15% y un 20% más que los pilotos probadores que habían desarrollado la máquina del pasado Dakar.
¿Y cómo lo han solucionado?
Decidimos que yo tenía que hacer el programa de durabilidad, y por eso he tenido que sacrificar correr el Mundial de raids para hacer todo el programa de fiabilidad. Hasta julio me dediqué sólo a eso, y a partir de allí corrí algún rally para coger el ritmo de carrera: la Baja Aragón, en EE.UU., en China... siempre con la misma moto. También pedí que me avanzaran la moto del Dakar, porque los años anteriores me la entregaban por el Rally de Marruecos, en octubre, y ya se enviaba a Sudamérica. Este año la estrené en mayojunio y la probé en Argentina en las mismas condiciones que en el Dakar. Esta moto ya ha corrido como dos o tres Dakar.
Así, con esta mejor familiarización, con la moto a su medida, y el aspecto psicológico controlado, ¿el 2017 es un ahora o nunca? La sensación es que se ha hecho todo el trabajo que planificamos a principios de temporada, pero sabemos que en el Dakar puede pasar de todo.
Tiene dos Dakar más de contrato con Honda (hasta el 2018), pero si vuelve a fallar la moto, ¿se replantearía cambiar de marca? Habría que verlo. Pero la situación crítica fue en el 2016. Cuando pasó la avería tenía claro que no quería continuar en aquella situación, hablé con los japoneses y me pidieron que hiciera una lista con todo lo que quería. La han cumplido toda. Así, ¿cuál es el motivo para salir de Honda?
Su situación recuerda a las vivencias de Marc Márquez y Fernando Alonso con la manera de trabajar procedimental de HRC. ¿Ha intercambiado impresiones con ellos? Sí, Marc me ha explicado muchas veces que es complicado trabajar con los japoneses; les cuesta entrar. Al final, él ha salido airoso. En MotoGP tienen cada fin de semana la oportunidad de recuperar terreno; nosotros sólo tenemos una opción al año. HRC confía en Marc y le da todo el material. Aquí también lo intentaremos. He crecido con ellos, he tolerado errores suyos, y sería bonito que esta unión acabara bien después de tantos años. Tienen una mentalidad muy cuadriculada, por querer validar sus números. Por ejemplo, he tenido que batallar porque ellos se basan en el banco de pruebas y yo les decía: “¡No! ¡Me la sopla el banco de pruebas! Yo quiero probar la moto sobre el terreno en las mismas condiciones que el Dakar”. También he intentado introducir a un mánager deportivo más mecánico, Roberto Boasso, de KTM, y no tanto de gestión.
Del puñado de competidores, ¿a quiénes ve más fuertes? Están continuamente llegando pilotos nuevos y fuertes del enduro, del motocross y las bajas. Hay un grupo de 5-6 pilotos que lucharán por ganar etapas, Toby Price y todos los oficiales KTM, pero habrá que ver cómo transcurre la carrera hasta llegar a Bolivia. Habrá etapas duras que serán selectivas.
Pronto llegan las etapas de navegación. ¿Le pueden favorecer, viendo que la mayoría de rivales son pilotos rápidos de gas fácil? Sí, yo soy un poco de la vieja escuela de la gestión de carrera, un aspecto que los últimos años habíamos olvidado porque la estrategia era salir y dar gas. Tengo ganas de poder exprimir estas etapas de más navegación, estudiarlas bien. Creo que soy bastante fuerte en esta faceta.