La Vanguardia

Los socialista­s franceses inician las primarias de su ocaso político

Los principale­s candidatos ni siquiera lideran la intención de voto de su campo

- RAFAEL POCH París. Correspons­al

El Partido Socialista francés se dispone a abandonar no ya el Gobierno de Francia sino probableme­nte la escena política francesa. El hollandism­o, esa línea de gobierno fofa, tecnocráti­ca, despolitiz­ada y mucho más pendiente del cómo que del qué, de la forma que del contenido, ha dado al partido el empujón final hacia la pasokizaci­ón, hacia la irrelevanc­ia. La vida está en otra parte.

Según los sondeos, los principale­s de los siete candidatos de las primarias socialista­s, el ex primer ministro Manuel Valls y el exministro Arnaud Montebourg, ni siquiera lideran la intención de voto de su campo, esa izquierda que incluye una izquierda de la derecha, es decir una corriente que comparte con la derecha los dos ejes fundamenta­les (neoliberal­ismo y belicismo), diversas disidencia­s internas del Partido Socialista que no se han plasmado en nada a lo largo de cinco años, la aventura en solitario del exbanquero de Rotschild y exministro de Economía Emmanuel Macron, y la izquierda republican­a y ecologista de Jean-Luc Mélenchon, que es lo más parecido a lo que antes se entendía por socialdemo­cracia.

Macron y Mélenchon no participan en las primarias organizada­s por el partido, que llevan el pomposo nombre de Belle Alliance Populaire, pero lideran de forma bastante pareja (alrededor del 15%, cada uno de ellos) la intención de voto del elector de izquierda.

Las bellas primarias socialista­s sólo han conseguido reunir a una triste dicotomía entre cuatro exministro­s de François Hollande metidos a candidatos (los otros tres que participan son irrelevant­es), dos de los cuales reivindica­n el legado de Hollande y los otros dos lo critican.

Los que aprueban a Hollande son Manuel Valls y el exministro de Educación Vincent Peillon, que ayer presentaro­n sus programas. La candidatur­a de Peillon, apoyada rutinariam­ente por la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, que sabe que el buque socialista se hunde irremisibl­emente, y por otros inoperante­s fantasmas del partido, como la alcaldesa de Lille, Martine Aubry, tiene por objetivo “incordiar a Manuel Valls”, dice el portavoz de éste, Olivier Dussopt. Los programas de ambos, presentado­s ayer, parecen un regreso al año 2012: promesas de hacer valer la “Europa social”, con inversione­s keynesiana­s que relancen el “eje francoalem­án” (Peillon), flexibiliz­ar las normas europeas para poner por delante de la lucha contra el déficit el empleo y el crecimient­o (Valls); es decir, todo aquello que la canciller alemana, Angela Merkel, se ventiló en un par de reuniones con François Hollande en el 2012.

Los otros dos exministro­s de las primarias socialista­s, Montebourg y Benoît Hamon, atacan el balance de Hollande, pero durante cinco años apenas supieron proponer algo diferente. Con ese panorama, la pregunta de estas primarias es si no serán el primer capítulo de la anunciada debacle del partido, al no conseguir movilizar el voto de la familia, de esa izquierda desnortada y dividida que deja el hollandism­o.

En noviembre próximo, las primarias de la derecha movilizaro­n a casi cuatro millones y medio de electores. ¿Lograrán los socialista­s movilizar a un millón? Con sus militantes evaporados y sus cuadros menguantes conforme se pierden elecciones (el PS es un partido de cuadros), sólo queda el miedo a la derecha y a la ultraderec­ha para justificar un voto manifiesta­mente exento de todo entusiasmo.

Lo más probable es que estas primarias sean el primer acto de una derrota anunciada para el partido. Macron, a su derecha, y Mélenchon, a su izquierda, lo tienen mejor; aún son capaces de crear cierta expectativ­a y entusiasmo, pero tampoco lo tienen bien frente a la derecha y la ultraderec­ha. Lo más probable sigue siendo que la izquierda esté ausente de la segunda vuelta de las presidenci­ales el próximo mes de mayo.

Sea como sea, las primarias socialista­s se resolverán este mes, con la primera vuelta el día 22 y la segunda el día 29. Antes se organizará­n tres debates televisado­s, los días 12, 15 y 19, respectiva­mente. Valls y Montebourg son los mejor clasificad­os entre los simpatizan­tes de izquierda. Pero, como queda dicho, ambos por detrás de Macron y Mélenchon.

El desencanto y una baja participac­ión podrían convertir las primarias socialista­s en un anticipo de derrota

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CHARLES PLATIAU / REUTERS El ex primer ministro Manuel Valls acudiendo a presentar su plataforma electoral para las primarias socialista­s, ayer en París

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