Cifuentes: “Mejor ser paraíso que infierno fiscal”
Madrid responde a las acusaciones de otras autonomías
En último término, “mejor ser un paraíso fiscal que un inferno fiscal”. Con esta elocuente ironía concluía la presidenta de Madrid, Cristina Cifuentes, su valoración, ayer, de la acusación lanzada por los presidentes de las comunidades de Andalucía, Susana Díaz, y Extremadura, Guillermo Fernández Vara, durante la conferencia de presidentes del pasado martes. Los dos presidentes socialistas –y parcialmente de acuerdo con ellos se mostró el valenciano, Ximo Puig– acusaron a Madrid de haberse convertido en “un paraíso fiscal” y de hacer “dumping fiscal”, debido a las bonificaciones que la comunidad de Madrid aplica a los impuestos de patrimonio y sucesiones, una “competencia desleal”, en materia tributaria que compromete al resto de comunidades autónomas.
Cifuentes rechazaba ayer de plano estas acusaciones, negaba que Madrid hiciera otra cosa que ejercer su autonomía fiscal en los tramos que la ley le concede y rechazaba los epítetos lanzados por las comunidades socialistas asegurando que Madrid ni compromete sus presupuestos en materia social ni está sobrefinanciada: “Niego la mayor, porque así lo demuestran los datos: estamos tres puntos porcentuales por debajo de la media de las comunidades en relación con el PIB, lo que demuestra que con peor financiación se pueden bajar impuestos”. Para la líder del PP madrileño, se trata de establecer prioridades: “¿Cuántas consejerías tienen otras comunidades? Nosotros hemos decidido priorizar reduciendo al máximo el tamaño de la administración, y lo que no puede ser, bajo ningún concepto, es que para poder pagar lo que otras comunidades quieran hacer, los madrileños tengan que realizar más esfuerzos de los que realizan”. Se quejó de que en la conferencia de presidentes “se nos han dicho cosas muy feas” e hizo hincapié en el compromiso madrileño. “Nuestra solidaridad está fuera de toda duda: Madrid sufraga el 78% del Fondo de Garantía de los Servicios Públicos Esenciales, 3.200 de 4.000 millones”.
Que la armonización fiscal con otras comunidades se convierta en asunto central de la negociación del futuro modelo de financiación autonómica sería un grave error, a su juicio. “Espero que no se mezclen las cosas porque sería inviable afrontar un nuevo modelo de financiación”, que debe nacer, a su parecer, de un acuerdo “entre todos”; a diferencia, señaló, del actual modelo “que es muy malo” y al que atribuyó ser fruto de una negociación bilateral de José Luis Rodríguez Zapatero con Catalunya.
En el debate sobre la fiscalidad madrileña el grupo parlamentario socialista es más tibio que los presidentes de Andalucía, Comunidad Valenciana y Extremadura, pero insiste en que hace tiempo que reclaman a la presidenta un “sistema más progresivo” y “un cambio de política fiscal”. No obstante, consideran que lo adecuado es abordar el asunto en un foro interterritorial.
La portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid, Lorena RuizHuerta, rechaza el argumento de Cifuentes: “Que Madrid recaude menos repercute en los servicios públicos” y lo ilustra: “Sólo con la bonificación del impuesto a patrimonios de más de 6 millones de euros dejamos de ingresar 414 millones”. Y Ruiz-Huerta dice que el resto de comunidades se quejan “con razón”. Justo lo opuesto opina el portavoz madrileño de Ciudadanos, Ignacio Aguado, quien estos días negocia con Cifuentes los presupuestos regionales, y que considera la subida de impuestos como “una línea roja” en el diálogo. Sin embargo, Aguado sí quiere hablar de armonización fiscal: “De nada sirve armonizar Europa cuando en España tenemos 17 sistemas fiscales distintos. Pero defenderemos una armonización a la baja”.
Madrid cree que discutir ahora de la “armonización fiscal” hace inviable un pacto de financiación