Estados Unidos bombardea posiciones del EI en Libia
El Pentágono habla de 80 yihadistas muertos cerca de Sirte
Dos bombarderos de la fuerza aérea norteamericana B-2, invisibles a los radares, llevaron a cabo la noche del pasado miércoles diversos ataques sobre posiciones del Estado Islámico (EI) en Libia. El Pentágono confirmó los ataques aéreos y los definió como “de precisión”, a la vez que adelantó que los informes de inteligencia apuntan a que durante la operación fallecieron unos 80 militantes de la organización yihadista.
El secretario de Defensa norteamericano, Ashton Carter, subrayó que los yihadistas objetivo de los bombardeos “preparaban ataques en Europa”. La operación fue aprobada hace días por el presidente norteamericano, Barack Obama, y probablemente sea su última autorización de ataque.
Las operaciones aéreas norteamericanas en Libia son muy poco frecuentes. Incluso los bombardeos del 2011 sobre posiciones leales al dictador Muamar el Gadafi, durante la revuelta para su derrocamiento, se realizaron principalmente con artillería naval y misiles lanzados desde buques que operaban en el Mediterráneo central. El primer ataque aéreo durante el caos en que está sumida Libia desde el 2011 se produjo en agosto pasado, pero fue mucho más limitado, contra tanques y vehículos del Estado Islámico en la ciudad de Sirte.
Los del pasado miércoles son bombardeos de mayor alcance. Se llevaron a cabo sobre dos campamentos del EI en Libia situados a unos 45 kilómetros al suroeste de la ciudad de Sirte, según informó el portavoz del Pentágono, Peter Cook. Tales ataques se hicieron en coordinación con el Gobierno libio de unidad nacional, que es el reconocido y auspiciado por la ONU y que convive con otros dos en el Estado fallido en que se ha convertido Libia.
La información facilitada por el cuartel general de las fuerzas armadas norteamericanas señala que los objetivos alcanzados eran un grupo de terroristas del EI que habían huido de Sirte durante las operaciones del verano para expulsar de allí a los yihadistas, principalmente de la zona portuaria. Su intención era reagruparse y recomponer sus fuerzas para poder seleccionar nuevos objetivos. El portavoz del Pentágono subrayó que suponían una “amenaza para la seguridad de Libia, de sus vecinos, de nuestros aliados en África y Europa y de Estados Unidos”.
Precisamente el EI, aunque en este caso en Siria, protagonizó en la ciudad de Palmira una matanza en cadena de 12 personas en diferentes puntos de esa capital monumental. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, entre las víctimas había cuatro civiles, dos de ellos profesores, cuatro efectivos de las fuerzas gubernamentales y cuatro rebeldes.
El secretario de Defensa subraya que los terroristas “preparaban atentados en Europa”