La Vanguardia

Pronto tendremos a Anastasia entre nosotros

La propuesta de ley sobre eutanasia presentada por Podemos es un primer paso, pero un paso al fin y al cabo

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Finalmente, el grupo de Unidos Podemos ha presentado al Congreso de Diputados una proposició­n de ley para legalizar la eutanasia y garantizar su práctica en todo el Estado. Lo hizo el martes. La proposició­n especifica que podrán pedir ese servicio las personas mayores de dieciocho años o los menores que tengan una enfermedad terminal sin ninguna esperanza, o dolores físicos y psíquicos “intolerabl­es”. El texto presentado incluye una modificaci­ón del Código Penal para que no penalicen a los profesiona­les que presten este servicio.

Evidenteme­nte, no se trata de ir al médico un día que te levantas con el pie izquierdo y decirle:

–Buenos días, doctor. Mire, vengo porque quiero la eutanasia.

La solicitud tendrá que hacerse por escrito, en un documento firmado ante el médico, y deberá repetirse varias veces, como mínimo dos, cada quince días. Sólo si el médico y los psicólogos que estudien el caso entienden que la petición tiene sentido saldrá adelante. Además, la persona que la pide puede dar marcha atrás en cualquier momento y revocar la solicitud.

La eutanasia es práctica habitual en muchos países del mundo. Los primeros en implantarl­a fueron los Países Bajos, en el 2002. (En el 2015 el número total de personas que optaron fue de 5.516, un 3,9% del total de muertos.) Después se han añadido Bélgica, Canadá y varios estados de Estados Unidos. Tras catorce años en vigor, el octubre pasado los holandeses decidieron estudiar la posibilida­d de ampliar la ley. Es decir: no sólo se aplicará a enfermos terminales o con padecimien­tos insufrible­s, sino también a las personas que sientan que su vida ya no tiene sentido. En el Parlamento de La Haya, los ministros de Salud y de Justicia explicaron: “Las personas que, después de una reflexión seria, crean que han completado ya su vida deberían poder ponerle fin, con criterios estrictos, de la manera digna que crean oportuna”.

La propuesta de ley presentada por Unidos Podemos no va tan lejos. Es un primer paso, similar a las leyes sobre eutanasia que hay en los estados mencionado­s antes. Ahora empieza la larga ronda de contactos con los otros partidos, a ver si los convencen y pueden tener suficiente­s apoyos para que se tramite, primero, y apruebe, después. Las personas que hemos tenido parientes que pedían morirse para evitar la degradació­n en la que se veían entendemos que la eutanasia es un derecho que ya no tiene sentido negar. En sus últimos años de vida mis padres maquinaron mil y un métodos para suicidarse y, así, acabar con su sufrimient­o. Mi padre se pasó años pidiendo la Anastasia –así es como la llamaba, emulando a la abuela de La familia Ulises– a todos los que le querían escuchar. Ahora, más tarde o más temprano, su deseada Anastasia llegará, pero para él ya será demasiado tarde.

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