Humor de cocción lenta
Humor alemán, para muchos algo tan improbable como aquello del pensamiento navarro que utilizó el clásico para burlarse del pensamiento. Y de los navarros. Pero ni la inteligencia está reñida con nadie; como tampoco lo está la tontería. Ni el humor alemán es inexistente, como demuestra la sorprendente, imprevisible y por momentos –por momentos, hay que subrayar– desternillante Toni
Erdmann.
Con una jocosidad que, de forma paradójica, nace de la amargura. Del poso de dolor que van dejando las pequeñas decepciones cotidianas. Tiene, pues, el filme de Maren Ade una patina de drama innegable, amplificada por la sensación de culpa –algo tan alemán– de un padre con respecto a su hija. Y cuenta también, como consecuencia de ese malestar constante, con unas situaciones –unas escenas– de maravilloso y chocante humor.
El progenitor es poco atento y más bien torpe. Un personaje complejo en manos de Peter Simonischek, estrella teatral en Austria (y se nota). Padre distante y de escasa simpatía –poco atractivo como casi todos los personajes del filme– que cae en la cuenta de que su hija no está bien. Él tampoco, pero está mal a su manera.
Inés, su hija, interpretada con conmovedora ternura por Sandra Hüller, es una ejecutiva agobiada y fría. Un personaje de escaso interés hasta que reparas en las grietas que marcan su vida. Grietas ocultas que agranda Winfred, el padre, con una sencilla pregunta: “¿Eres feliz?”. Entonces le invade a uno la sensación de asombro e inquietud, incapaz de prever los movimientos del progenitor por acercarse a la hija: una luchadora incansable en medio de la cultura de una corporación industrial alemana. Destacada en Bulgaria, siempre está rodeada de un ambiente de machismo constante e insidioso.
Toni Erdmann es el resultado de la exploración de una vida imperfecta. Una exploración, hay que añadir, de mirada atenta y cocción lenta. Casi tres horas de una comedia que nunca sabes adónde va y que, cuando acaba, te deja, sin embargo, la agradable sensación de que no sobra ni un minuto.
Cosas del humor alemán.