La Vanguardia

Matanza de Atocha: caso abierto

La Audiencia Nacional pide de nuevo la extradició­n de uno de los autores del crimen, cuando se cumplen 40 años del episodio

- SANTIAGO TARÍN Barcelona

Cuarenta años después de los asesinatos, la causa sigue abierta: la Audiencia Nacional ha solicitado de nuevo a Bolivia la extradició­n de Carlos García Juliá, uno de los autores de la matanza de Atocha, que huyó aprovechan­do la libertad condiciona­l y fue detenido en este país por tráfico de drogas. La matanza de Atocha aún es un caso abierto.

En la noche del 24 de enero de 1977, dos ultraderec­histas entraron en el despacho de abogados laboralist­as de Atocha, 55 y abrieron fuego contra los que allí estaban. Murieron los letrados Francisco Javier Sauquillo, Javier Benavides y Enrique Valdevira; el estudiante de derecho Serafín Holgado y el administra­tivo Ángel Elías Rodríguez.

Fue uno de los primeros casos instruidos por la recién nacida Audiencia Nacional. Las investigac­iones revelaron que el crimen fue llevado a cabo por tres miembros de la ultraderec­ha, cercanos a Fuerza Nueva. Los autores materiales, quienes subieron al despacho y abrieron fuego con sendas pistolas, fueron José Fernández Cerrá y Carlos García Juliá. En la calle los esperaba en un coche Fernando Lerdo de Tejada.

Y fue un proceso salpicado de irregulari­dades. El juez Rafael Gómez Chaparro, procedente del Tribunal de Orden Público, concedió un permiso a Lerdo, que no se volvió a presentar y jamás fue juzgado. Por ello fue removido de su cargo. Cerrá y García Juliá fueron condenados a 193 años de prisión como autores materiales de la masacre.

En el año 1992, ambos quedaron en libertad provisiona­l. Cerrá permaneció en España, pero García Juliá se marchó del país. En el año 1999 fue localizado en una prisión de la Paz, Bolivia, donde estaba ingresado por tráfico de drogas. En una entrevista que dio a un canal de televisión, había dicho que quería rehacer su vida, pero la siguiente noticia de él fue su relación con un cártel del narcotráfi­co. En 2001, el Gobierno, a instancia de Izquierda Unida, solicitó su extradició­n al país andino, que no llegó a fructifica­r. Según un auto de la Audiencia Nacional de esas fechas, a García Juliá le quedaban por cumplir 3.855 días de su condena.

En febrero de 1997, Cerrá terminó de cumplir su pena, y la causa prescribió para Lerdo de Tejada. Pero la Audiencia Nacional no cerró la carpeta de García Juliá y continuó haciendo trámites para que la causa no muriera. Así, cuando se cumplen los 40 años de la masacre, este mismo mes ha vuelto a solicitar que el Gobierno tramite su extradició­n a Bolivia, último país donde fue ubicado, según confirmaro­n ayer fuentes de este tribunal a La Vanguardia.

La matanza de Atocha fue uno de los puntos de inflexión de la transición. Hoy es historia de España y una herida abierta para los que sobrevivie­ron y para las familias de las víctimas. Pero no es olvido ni para los tribunales: es un caso abierto.

Carlos García Juliá fue uno de los que dispararon y huyó a Bolivia, donde se le detuvo por narcotráfi­co

 ?? EFE / ARCHIVO ?? Miles de personas se movilizaro­n para acompañar a las víctimas del atentado en el despacho de abogados en 1977
EFE / ARCHIVO Miles de personas se movilizaro­n para acompañar a las víctimas del atentado en el despacho de abogados en 1977

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