Mercado de Calaf
¿Es necesario dar por jubilado a Xavier Trias? ¿Y si resulta que es el mejor candidato que tienen?
Es aquello del espacio, que no soporta el vacío y corre a rellenar los huecos. Y este principio no sólo atañe a la física, sino que afecta a toda disciplina humana, sobre todo cuando se trata de vacíos emocionales o de poder, ambos resilientes a la vacuidad. De hecho, si fuera cierto que el vacío no existe, su demostración empírica estaría en la política, que nunca deja un espacio por llenar. Al contrario, cuando se produce un lapsus en un cargo o en una candidatura, la energía del universo entero complota para volver a ocuparlo, so pena de que se convierta en un agujero negro, y lo devore todo.
En esas está el PDECat de Barcelona, que ha empezado una especie de carrera caótica para llenar el agujero de su candidatura. Desde que Xavier Trias pareció estar en fase de prejubilación, el pánico se apoderó del Partit Demòcrata, y el baile de nombres para la nominación se ha disparado. Estos últimos días me han llegado tantos entre consellers, diputados e independientes, que más que una candidatura parece el mercado de Calaf. Y ciertamente puedo entender la preocupación, primero porque Barcelona es una plaza fuerte; segundo, porque sin candidato para recogerlos, los errores de bulto de Colau caen en saco roto, y tercero, porque el nuevo partido necesita consolidarse.
Pero si bien es lógica la prisa, también es cierto que acostumbra a emborronar la mirada y ser enemiga de la razón. Y si la cosa deriva en una pelea interna, sea en el partido o sea en la federación, el desastre está servido. Por ello mismo, a pesar de la prisa, quizás deberían intentar no tener tanta prisa.
Y si no la tienen, a lo mejor la solución ya está ahí, y está tan cerca que no la ven. En plata: ¿es necesario dar por jubilado a Xavier Trias? ¿Y si resulta que es el mejor candidato que continúan teniendo?
Veamos: es el hombre que ayudó a situar a Barcelona en el mapa internacional y consolidó su competitividad; es un líder de centro, de carácter conciliador y bien visto por amplias capas sociales; además, es un superviviente que plantó cara a los intentos soeces del Estado por destruirlo, y su resistencia lo rearma moralmente, y, además, es evidente que es un hombre honesto porque le miraron hasta los calzoncillos y tuvieron que inventarse mentiras ante la falta de evidencias de corrupción. Colau ya no podrá llamarle mafia… Si a ello sumamos que conoce la ciudad y la ciudad lo conoce a él, que Colau ya no es la salvadora de los desamparados, sino una alcaldesa que acumula desastres, que, además, hay muchos sectores económicos preocupados por la pérdida de proyectos y que consideran a Trias mucho más confiable, todo sumado, blanco y en botella... En cualquier caso, lo que me parece un error de bulto es darlo por finiquitado, porque quizás es el Tierno Galván de Barcelona, y está tan cerca, que ni los suyos lo ven. A no ser, claro, que hayan tirado la toalla…