La ciudad arrasada
Alepo centra ahora los esfuerzos de reconstrucción monumental
Siria explica la humanidad. Tiene un amplio registro arqueológico, con algunas grandes obras maestras de diferentes épocas: entre otros, son patrimonio de la humanidad sus aldeas del norte, el campamento de Diocleciano, la capilla de San Ananías, los cascos antiguos de Alepo y Damasco, la ciudadela de Saladino, el castillo de Crac de los Caballeros, el bimaristán de Nur ad-Din, en Damasco, la iglesia de San Simón Estilita... y lo eran también los templos de Bel y Baaslshamin, en Palmira, que fueron destruidos por el Estado Islámico.
Por ello, la dirección general de Antigüedades y Museos (DGAM) del Gobierno sirio y el Aga Khan Trust for Culture tenían un plan de reconstrucción de Palmira que no podrá ejecutarse, al menos de momento.
Iba a firmarse cuando el Estado Islámico volvió al yacimiento, a mediados de diciembre y, tras un primer análisis del sitio, preveía una reconstrucción integral de los monumentos destruidos y la contrucción de un nuevo museo, presupuestado en alrededor de cinco millones de dólares.
Al quedar congelado este proyecto, “nuestros esfuerzos se dirigen ahora hacia Alepo”, explica el director del AKTC, Luis Monreal.
En efecto, la ciudad norteña ha sido escenario de los enfrentamientos más brutales entre las diferentes facciones que han intervenido en esta guerra.
Un informe que la DGAM presentará a la Unesco el 1 de febrero, que pudo consultar este diario, detalla que ocho lugares o edificios de Alepo fueron “totalmente destruidos”, otros nueve “altamente afectados”, otros trece “moderadamente” y otros veinte, “levemente”. “Los grupos armados colocaron bombas en túneles bajo la ciudad antigua”, denuncia el informe. También se explica que el museo nacional de Alepo fue bombardeado el pasado julio, causando daños estructurales.
Uno de los monumentos sirios que es patrimonio de la humanidad y que ha generado graves dolores de cabeza a la DGAM es el teatro romano de Bosra, al sur del país. Es un lugar capital. Aparece en textos egipcios del siglo XIV a.C. Fue la capital del norte del reino de los nabateos y, desde el año 106 d.C, la de la provincia romana de Arabia Pétrea. La protegía un destacamento de 5.000 legionarios, y fruto de su esplendor se construyó un teatro de 17.000 plazas. Éste ha sufrido algunos daños durante la guerra. El informe la DGAM detalla que este maravilloso teatro romano no ha sufrido desperfectos a lo largo del último año, si bien algunas imágenes vía satélite, recogidas por entidades americanas de conservación del patrimonio revelan cómo los alrededores del teatro quedaron afectadas al improvisarse vías de uso militar. El teatro, por fortuna, está intacto.
Según cómo actúe el EI en Palmira, lo acabará supliendo en esplendor.