Federer contra Nadal: otra final para la historia
Nadal y Federer prosiguen su gesta y volverán a luchar por un Grand Slam
Lo revelaron ellos mismos. La última vez que se vieron Rafa Nadal y Roger Federer se dedicaron a repasar las lesiones que los tenían apartados de las pistas y a recordar viejos tiempos. Fue hace tres meses, durante la inauguración de la Nadal Academy by Movistar en Manacor. El ex número 1 del mundo hace tiempo que soñaba con un proyecto al que dedicarse cuando dejase el circuito. Y cuando la academia abrió sus puertas a finales de octubre algunos especularon sobre una pronta retirada del balear. De hecho ni él ni Federer pudieron jugar un partidillo para la ocasión, como estaba previsto.
“Estuvimos hablando de las lesiones, de cuándo volveríamos a las pistas... lo último que podíamos imaginar es que nos veríamos aquí y en la final”, reconoció Nadal. “Es gracioso –explicó el suizo–. Le dije: ‘Ya que hoy no hemos podido, a ver si jugamos un partido benéfico’. Yo tenía problemas en la pierna, él en la muñeca, y apenas peloteamos con unos chicos de 15 años, lo único que podíamos hacer. Y ahora estamos otra vez en esta final”.
Como parecía estar escrito en un caprichoso guion que se fue improvisando ronda a ronda, Nadal y Federer protagonizarán mañana (a partir de las 9.30 h) una inesperada final del Open de Australia, la reedición de aquella que ambos ya disputaron en el 2009. Entonces el título fue para el mallorquín, que profanó el jardín del suizo –había ganado tres veces en Melbourne y volvió a hacerlo un año más tarde– después de haberle arrebatado el dominio del circuito gracias a su poderío sobre la tierra.
Aquel día se vivió una escena poco habitual sobre las pistas: Fe- derer estalló en lágrimas durante la entrega de premios y Nadal acudió a consolarlo. Nació una gran amistad forjada un año después con el intercambio de amistosos en Madrid y Basilea. “Rafa es un gran tenista, pero una mejor persona. Estoy encantado de poder ayudarle con su fundación aunque me quede sin vacaciones de Navidad”, reveló el suizo a La Vanguardia en aquellos días.
Ni Federer a sus 35 años ni Nadal a sus 30 serán los mismos que protagonizaron aquella emotiva final. Aunque los dos han dado toda una exhibición de juego y oficio hasta llegar a esta nueva cita vintage. Para ello se han deshecho de jugadores que los superan en el ranking y les rebajan notablemente la edad y han superado sendas semifinales a cinco sets para enmarcar. “Es uno de los mejores partidos que he visto en toda mi vida”, no dudó en definir una leyenda como John McEnroe el duelo de ayer entre Nadal y Dimitrov.
Durante cinco horas menos dos minutos, el balear y el búlgaro estuvieron protagonizando una
RAFA NADAL “Hace sólo tres meses estuvimos hablando de lesiones y de cuándo volveríamos a competir” ROGER FEDERER “Le dije de jugar un partido benéfico tras pelotear con chicos de 15 años, no estábamos para más”
exhibición de juego y emoción con un continuo cambio de estrategia desde un lado y otro de la pista. Nadal ganó el primer set obligando a Dimitrov a jugar de revés, pero el búlgaro se rehizo y se llevó el segundo tras un emocionante intercambio de breaks –tres Dimitrov y dos Nadal– y después de que el exnúmero 1 le levantase hasta cuatro bolas de set. Esa igualdad se trasladó a una tercera manga que, tras otro preceptivo intercambio de breaks –uno por banda–, se decidió en la muerte súbita. Al resto, Rafa Nadal aprovechó su primera bola de set mucho más metido en la pista e intercambiando el juego de su rival a discreción. El cuarto episodio también llegó al desempate, aunque aquí fue el búlgaro quien rompió rápido el saque de su rival para llevarse el parcial al servicio en la segunda de las tres bolas de set de las que dispuso.
Se cocía un quinto y determinante set épico, y lo fue por la increíble capacidad de Nadal de romper el servicio de un rival que le superaba en todas las estadísticas más decisiva –winners de drive y revés, aces, puntos ganados en la red...– en el momento adecuado. Tras salvar dos bolas de break para el 4-4, el balear rompió para el 5-4. Sirvió para ganar y lo hizo en la tercera pelota de partido que tuvo.
“Ha sido un partidazo y tanto él como yo hemos jugado a un nivel muy alto –aseguró Nadal ya en la sala de prensa de Melbourne Park–. Por momentos así vale la pena tanto trabajo y sufrimiento”. “Encontrarme con Federer otra vez en esta final es muy especial. Amamos este deporte, por eso a la edad que tenemos y después de lo que hemos conseguido volvemos a estar en una final como ésta”, zanjó.