Dinero o inmigrantes
Para evitar que Trump le retire a la ciudad de Miami los fondos federales, su alcalde ha renunciado a dar refugio a los indocumentados, asegurándose así 335 millones de dólares que, para este inmigrante cubano, valen más que la solidaridad con sus antiguos compatriotas.
Frente a la mayoría de ciudades importantes de Estados Unidos que se niegan a colaborar con la persecución de los inmigrantes indocumentados decretada por el presidente Trump, la ciudad de Miami ha sido el primer municipio que ha optado por asumir la directiva presidencial.
Carlos Gutiérrez, el alcalde de Miami-Dade, republicano que en su día emigró de Cuba, dictó una orden dirigida a los funcionarios de prisiones con el siguiente mandato: “A la luz de lo dispuesto en la orden ejecutiva (decreto presidencial), ordeno a usted y su personal que atienda todas las solicitudes de detención de inmigrantes procedentes del Departamento de Seguridad Nacional”. De esta manera, Miami deja de ser ciudad refugio y evitará que la Administración federal le retire las subvenciones, tal como dispone el decreto de Trump. En declaraciones a The Miami
Herald, el alcalde Gutiérrez argumentó: “Debo asegurarme que no ponemos en peligro los millones de los fondos que recibimos del Gobierno federal”. El condado espera recibir en 2017 subvenciones federales por valor de 355 millones de dólares en fondos federales.
La decisión del alcalde podría ocasionar algún conflicto puesto que el área metropolitana de Miami tiene registrados 1,3 millones de inmigrantes, de los que 151.000 se encuentran en situación irregular.
Una de las razones por las que algunas ciudades se niegan a cooperar con los federales es porque mantener a un inmigrante detenido cuesta 200 dólares diarios. Miami se negó el año pasado a mantener detenidos a cien indocumentados requeridos por Inmigración porque le habría supuesto 52.000 dólares no previstos en su presupuesto. Ahora, el alcalde Gutiérrez prefiere adelantar los 53.000 dólares antes que perder los 335 millones de la subvención. En cuanto se conoció su decisión, Donald Trump escribió un tuit de felicitación: “El alcalde de Miami ha abandonado la política de refugio. Decisión correcta. ¡Fuerte!”.
Se denomina ciudades refugio a los municipios que se niegan sistemáticamente a mantener detenidos a los inmigrantes indocumentados con alguna falta por leve que sea hasta que el Gobierno federal les abre el expediente de deportación. En las ciudades refugio la policía tiene instrucciones de no preguntar a los inmigrantes por su situación y en algunas como Nueva York el Ayuntamiento hasta les da una cédula de identificación.
Los alcaldes de Boston, Nueva York, San Francisco, Chicago, Washington DC y otras ciudades importantes de Estados Unidos han hecho llamamientos a resistir la ofensiva contra los inmigrantes del Gobierno federal. El alcalde de Boston, Marty Walsh, dijo ayer que utilizaría todos los recursos de la ciudad para proteger a los inmigrantes indocumentados, “incluso si como último recurso hay que utilizar el Ayuntamiento para darles cobijo”.