El delito de la verdad
Una médica, expedientada por denunciar los recortes, pues las autoridades consideran que causa “alarma social”.
“QUERIDA EXPLOTACIÓN” La doctora denunció las condiciones laborales de los facultativos públicos ¿LIBERTAD DE EXPRESIÓN? La entidad colegial podría sancionarla con un año de inhabilitación
En el mes de agosto, un artículo de una médico de urgencias se convirtió en trending topic (referencia destacada) en Twitter. Era una carta de despedida titulada “Querida explotación laboral: te dejo, no cuentes ya conmigo”, de Mónica Lalanda, una doctora de urgencias con una experiencia laboral de 25 años, 16 de ellos en el Reino Unido además de máster en Ética Médica y Bioderecho, publicada en su blog Medicoacuadros.wordpress.com. En ella explicaba los motivos que la habían llevado a tomar la decisión de abandonar, que no eran otros que la elevada precariedad laboral y la situación de “esclavitud” en la que se encuentran los profesionales del Sistema Nacional de Salud.
De inmediato, se sumaron decenas y decenas de facultativos sumándose a la denuncia de Lalanda. Hace unos días, la propia doctora informaba que el Colegio de Médicos de Segovia le había abierto un expediente por verter acusaciones “sin fundamento” y “crear alarma social”. En el caso de que fallen en su contra, Mónica Lalanda podría ser sancionada con un año de inhabilitación.
Pero, ¿qué denunció esta médico en su carta de renuncia? En su misiva explicaba los motivos por los que había decidido renunciar a su contrato de guardias. “He renunciado a la explotación laboral sangrante y despiadada. He renunciado a la esclavitud de un sistema sanitario absurdo que trata a sus profesionales como basura. He renunciado al pisoteo de un jefe que, como tantos otros en la medicina española, maneja su servique cio como si fuera su cortijo. Un jefe que no lidera, sólo tiraniza. He renunciado a trabajar en un sistema con médicos de primera que viven a costa de médicos de segunda. He renunciado a turnos de 24 horas sin derecho a descanso que ponen en peligro mi salud y la seguridad de mis pacientes. He renunciado a trabajar con excelentes profesionales que han ido olvidando lo que fue su orgullo personal y profesional y lo que fue su dignidad y ahora simplemente bajan las orejas con miedo”...
La misiva, retuiteada una y otra vez hasta en 10.000 ocasiones, no sentó bien a los compañeros del hospital general de Segovia en el trabajaba Lalanda. De hecho, quince días después de publicar su carta “el jefe de servicio de urgencias del hospital general de Segovia y otros 12 compañeros (de un total de 23 adjuntos) me denunciaron al colegio de médicos por sentirse despreciados y humillados por la entrada al blog. El colegio me abrió un expediente informativo en septiembre y se pidió a la comisión deontológica que evaluase mis opiniones en el blog”, explica la doctora en otro artículo.
A primeros de enero, Mónica Lalanda recibió una misiva del Colegio de Médicos de Segovia notificando que la apertura de un expediente disciplinario al considerar que su denuncia puede ser objeto de una falta grave por haberse transgredido los artículos 37 y 38 del Código de Ética y Deontología médica “por las acusaciones vertidas contra el servicio de urgencias y sus miembros (...) y con la consiguiente alarma social que ha podido crear sobre el funcionamiento del servicio de urgencias de Segovia, sin fundamento, a tenor de sus publicaciones en prensa y redes sociales, teniendo en cuenta el poder de las mismas y el peso de la doctora Lalanda en los medios”. La médico podría ser sancionada “con la suspensión del ejercicio profesional durante un año”.
Nada más conocerse la apertura de este expediente, las redes sociales se volcaron en el apoyo a esta médico, que tal y como señala en su propio blog, y en el derecho que asiste a cualquier ciudadano a la libertad de expresión. Máxime cuando la denuncia de Lalanda se centraba en el Sistema de Salud en su conjunto y no en su caso particular, tal y como expone en su blog (“la entrada quiso reflejar una situación que es común en nuestro sistema sanitario y que tiene su reflejo en miles de médicos en toda España, con una situación indigna, abusiva e irregular, temporal y de mala calidad”. Una denuncia que fue compartida hasta por la Organización Médica Colegial (OMC), que incluso se hizo eco en su revista de la misiva de esta doctora.