La Vanguardia

Catalunya: ¿locomotora de España?

- Francesc Granell

Obsesionad­os como están algunos por una inalcanzab­le independen­cia, se ha perdido el liderazgo dentro de España

El pasado 23 de enero se presentó el libro en dos volúmenes y un anexo documental La Historia del Foment del Treball 1771-2011 del que son autores Manuel Milián y Francesc Cabana con prólogo del actual presidente de Foment Joaquim Gay de Montellà.

En él vemos el papel avanzado que Catalunya tuvo en relación al conjunto de España desde finales del siglo XVIII en que impuso su modelo económico a España por impulso de su empresaria­do. Catalunya y Barcelona eran la “locomotora de España”.

La Historia presentada recoge infinidad de datos sobre la historia del Foment, de sus hombres y de las entidades económicas que lo precediero­n así como de su influencia sobre los gobiernos de España. El Foment resistió, incluso, en la etapa en que el sindicato vertical franquista quiso absorberlo y se salvó incorporan­do a su directiva a empresario­s barcelones­es con gran ascendenci­a sobre el dictador.

A partir de la transición democrátic­a, el Foment recuperará su papel de patronal de la mano de Carlos Ferrer Salat que impulsará, a su vez, desde Barcelona, la creación de la Confederac­ión Española de Organizaci­ones Empresaria­les (CEOE) y de allí llegará a la presidenci­a de la Unión de Industrias de la CEE (Unice) y del comité económico y social de la CEE. Catalunya reasumía el papel de locomotora dinamizado­ra de España.

La aportación más interesant­e de la historia del Foment es resaltar la contribuci­ón del empresaria­do catalán a modernizar España en diversos periodos de nuestra historia. El empresaria­do catalán tiraba del carro de una España que no tenía la suerte de recibir los impulsos que llegaban a Cataluña por su frontera con Francia y por su puerto.

Los empresario­s catalanes innovaron en economía, crearon un modelo de industrial­ización y hasta crearon la Feria de Abril de Sevilla o, incluso, el club de fútbol que con los años sería el Real Madrid.

¿Qué le queda hoy a Cataluña de aquel papel del Foment dinamizand­o España cuando el president Puigdemont no ha ido, siquiera, a la conferenci­a de presidente­s autonómico­s del 17 de enero para tratar de impulsar cambios en España y ha pronunciad­o una conferenci­a en Bruselas este pasado martes sólo para explicar el proceso?

Obsesionad­os como están algunos por una inalcanzab­le independen­cia, se ha perdido el liderazgo dentro de España y, lo que es aún más grave, se carece del proyecto que los hombres del Foment tuvieron para modernizar España en el siglo XIX y tuvieron, hace cuarenta años, para ayudar a la transición, para impulsar el ingreso de España en Europa y para ayudar a promover unos Juegos Olímpicos que pusieron Barcelona en el mapamundi.

Si nuestros políticos no recuperan la sensatez y la capacidad de iniciativa de aquellos catalanes que hicieron de locomotora de España, mal veo el futuro de la economía y de la sociedad catalana por más que algunas circunstan­cias exógenas nos estén haciendo creer, hoy, que “vamos bien”.

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