El Sabadell mantiene los resultados por las cláusulas suelo
La entidad gana 710,4 millones de euros en el 2016, un 0,3% más
Los beneficios del Banc Sabadell se mantuvieron estables el año pasado como consecuencia del impacto de la dotación extraordinaria que realizó en diciembre por el conflicto de las cláusulas suelo. La entidad ganó 710,4 millones de euros el año pasado, un 0,3% más que en el 2015. El presidente Josep Oliu explicó que si no hubiese sido por los 130 millones que dotaron a finales de diciembre, el resultado se hubiera acercado a los 800 millones, con los que preveían cerrar el ejercicio.
Oliu insistió durante la presentación de los resultados que sus cláusulas suelo se comercializaron correctamente y que aproximadamente en la mitad de los casos se ha llegado a acuerdos con los clientes para eliminarlas a cambio fundamentalmente de aplicar un tipo de interés fijo. “Nuestras cláusulas suelo son transparentes, según la jurisprudencia del Tribunal Supremo y por tanto son válidas, no creemos que se pueda hacer una generalización”, declaró Oliu quien se mostró partidario de seguir negociando con los clientes .
Aun así, a raíz de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que prevé la retroactividad total en el caso de que una cláusula suelo sea ilegal, el Sabadell ha provisionado 410 millones de euros. El director financiero del banco, Tomás Varela, explicó que en el caso del Sabadell las cláusulas suelo oscilaban entre el 2,5% y “algo más del 3%”. El porcentaje variaba en función del diferencial que se aplicara al cliente, de tal manera que cuando el diferencial era más bajo, el suelo era más alto y al revés. Varela añadió que sus hipotecas no tenían techo.
A preguntas de los periodistas, Oliu señaló que “no hace falta un cambio de la ley hipotecaria”.
Más allá de las cláusulas suelo y en relación con los resultados, el consejero delegado Jaume Guardiola destacó el crecimiento del margen de intereses. El margen que mejor mide la actividad típicamente bancaria aumentó un 19,8% contando al TSB y un 4,6% si no se tiene en cuenta a la filial británica.
Oliu informó ayer que la entidad va a retrasar un año la puesta en marcha del plan estratégico porque creen que el 2017 será un año de transición. La previsión que tiene el banco es que el crecimiento de los resultados sea de más del 10% en este ejercicio. De cara al futuro, el nuevo plan de negocio 2018-2020 se centrará en el crecimiento en mercados existentes como los de España, Gran Bretaña y México, la normalización del balance, la optimización de la eficiencia y la mejora comercial.
Oliu destacó que en el 2013 el peso del mercado internacional sobre el total de créditos era del 5% y el año pasado quedó en el 32%. El cambio fundamental vino por la incorporación del TSB. En relación con el margen de clientes, el año pasado el banco cerró en el 2,69% que pese a estar por encima del 2013 se situaba aún ligeramente por debajo del 2,93% del 2007, justo antes de que comenzara la
La entidad retrasa un año el plan estratégico y espera que el 2017 sea un ejercicio de transición
crisis. Guardiola aseguró que aunque todo se puede mejorar ese margen parte de unos niveles de récord y que ahora está en una situación muy buena.
En relación con una fusión con Banco Popular, Oliu indicó que “no hay nada con respecto a eso. Nos dedicamos a lo nuestro”. El presidente también destacó que descarta un cambio de la sede del banco y añadió que no ve una situación de riesgo político “a la vista”.