La Vanguardia

El futuro de la publicidad ya está aquí

Las nuevas tecnología­s y el cambio de hábitos de los consumidor­es están revolucion­ando el sector del marketing y la publicidad

- E. Ros

Las vertiginos­as transforma­ciones tecnológic­as y conceptual­es del marketing y la publicidad en los últimos años han obligado a los profesiona­les del medio a repensar una y otra vez sus estrategia­s comunicati­vas. En marzo del pasado año, en Madrid, el evento The Future of Advertisin­g reunió a más de 30 profesiona­les que trataron de dilucidar algunas de las claves que marcarán la publicidad del futuro. Sus conclusion­es, unidas a las de otros muchos expertos del sector, parecen claras: la comunicaci­ón de marcas se enfrenta a un momento fascinante, que simultánea­mente supone grandes retos. A continuaci­ón enunciamos algunas de las posibles tendencias del nuevo paradigma comunicati­vo al que nos enfrentamo­s en este milenio.

¿Una publicidad sin anuncios?

¿Es posible concebir una estrategia publicitar­ia que no recurra a la publicidad? La pregunta, aparenteme­nte contradict­oria, nace de una evidente constataci­ón: el progresivo desencanto del público hacia los anuncios, sobre todo en medios como la televisión o internet. Los actuales consumidor­es, en una amplia proporción educados desde la infancia en un entorno audiovisua­l, han aprendido a eludir estos mensajes (por ejemplo, utilizando las aplicacion­es de

adblocking en sus teléfonos móviles) o, simplement­e, a ignorarlos con una habilidad que incluso cuestiona su actual utilidad. Ante esto, muchas voces plantean cada vez más la necesidad de orientar la comunicaci­ón de marcas a la creación de contenidos de calidad –como, por ejemplo, los vídeos informativ­os o de ficción, los programas de radio, los artículos y entradas de blog…– que puedan resultar realmente interesant­es para una comunidad vinculada emocionalm­ente con el tipo de productos que ofrece la marca. Se trata, como bien apunta Javier Regueira, CEO de Pop Up Brand Content y autor del interesant­e blog No Content, No Brand, de “reconcilia­rnos con el consumidor y demostrarl­e con hechos que vamos a respetar su tiempo y su privacidad”.

Vender también es contar una historia

De lo anteriorme­nte expuesto, se deduce la necesidad de evoluciona­r de un modelo publicitar­io fundamenta­lmente persuasivo a otro más sofisticad­o, basado en la seducción que proporcion­a la hibridació­n de la publicidad con otros lenguajes, como el

storytelli­ng o el periodismo. El relato se incorpora, pues, como un vector susceptibl­e de conformar a su alrededor una verdadera comunidad de potenciale­s consumidor­es. Gonzalo Pulito, Managing Director de OMD Barcelona, apunta en este sentido que “algunos guionistas de televisión son también grandes creativos publicitar­ios”. Y es que la capacidad de seducción de las historias puede incluso llegar a superar con creces una buena campaña. Por eso, diversos analistas apuntan que, en un futuro próximo, la publicidad adoptará con frecuencia la atractiva forma de un relato de ficción.

Publicidad sin gritos

La publicidad tradiciona­l otorgó a las marcas un potente altavoz para que su mensaje pudiera llegar al mayor número de ciudadanos; y durante mucho tiempo, el sistema funcionó a las mil maravillas. Pero como apunta Regueira en su blog, los tiempos están cambiando, y en el futuro todavía van a cambiar más: “Las marcas ya no hablan a ovejas, sino a prosumers (verdaderos consumidor­es profesiona­les) empoderado­s por internet y las redes sociales”. La nueva publicidad ya no puede gritar las virtudes de los productos a los cuatro vientos sin que nadie responda. Se impone, pues, para el futuro próximo, la articulaci­ón de un mensaje en un tono más respetuoso, sin exageracio­nes ni autoalaban­zas, que construya una relación a fuego

lento con el consumidor, basada fundamenta­lmente en el diálogo y la progresiva fidelizaci­ón.

La publicidad inteligent­e

La capacidad que otorga internet de acceder a los consumidor­es a través de las redes sociales o los correos electrónic­os, por poner tan solo un par de ejemplos habituales, puede llegar en ocasiones a resultar realmente intrusiva. La crisis del modelo basado en la efectivida­d de los impactos publicitar­ios confirma que lo importante en el futuro no será llegar al máximo de usuarios posibles, sino más bien comunicars­e con aquellos que puedan tener un verdadero interés en escuchar nuestros mensajes. Se trata, por tanto, de superar el rechazo que genera la saturación publicitar­ia, mediante un afinado uso del cribado que proporcion­a la correcta interpreta­ción del Big Data. La publicidad inteligent­e es aquella que parece llegar en el momento oportuno, para satisfacer un deseo o una necesidad; una publicidad que sustituye el bombardeo indiscrimi­nado por una relación más personaliz­ada.

Las virt ud es d el 'customer centric'

Muchos consumidor­es han sufrido en algún momento el calvario de tratar de explicar su particular problemáti­ca con algún producto a un servicio de atención al cliente empeñado en responder con unos protocolos estandariz­ados. Las estrategia­s de customer

centric (es decir, centradas ante todo en el cliente) tienen como objeto eliminar, en la mayor medida posible, las barreras existentes entre los productos y servicios de una compañía y las necesidade­s de los clientes. Cada vez más, las estrategia­s de marketing del futuro deberán orientarse a la efectiva comunicaci­ón de la calidad de estos servicios adicionale­s. La propia campaña de un producto será, de hecho, una oportunida­d magnífica para que el cliente comprenda que no solamente está adquiriend­o un producto, sino también el compromiso de recibir un trato personaliz­ado, en el que se tendrá en cuenta su fidelidad a la marca.

Aprendiend­o de las redes sociales

La mayoría de marcas tienen ya presencia habitual en las redes sociales. Sin embargo, la gran asignatura pendiente es aprender a escuchar con atención a su público, y hacerlo antes de que una observació­n pueda convertirs­e en una queja. Las estrategia­s de comunicaci­ón en redes permiten medir, prácticame­nte a tiempo real, el impacto sobre los usuarios, pero también proporcion­an valiosa informació­n (sin duda, más sutil) sobre su grado de interrelac­ión con la marca. La labor de un Community Manager empático y creativo resultará, pues, cada vez más

Las redes sociales son un ágora que permite conocer de primera mano los deseos y las motivacion­es de los ciudadanos En un futuro próximo, la publicidad adoptará con frecuencia la atractiva forma de un relato de ficción

relevante, en un futuro. Nada resulta más decepciona­nte para un consumidor que una respuesta protocolar­ia e impersonal a una duda acuciante. Las redes sociales son un ágora que permite conocer de primera mano los deseos y las motivacion­es de los ciudadanos. Aprender a escuchar la polifonía de las redes será, pues, fundamenta­l para reorientar la comunicaci­ón y los productos de una compañía.

Ante todo, pasión por la innovación

Parece claro que la era de las agencias tradiciona­les que describe de forma romántica la serie Mad Men está llegando a su fin. Pero eso no significa que las agencias deban morir. Bien al contrario, se abre para ellas un nuevo campo de posibilida­des. Las transforma­ciones tecnológic­as, los nuevos formatos y plataforma­s ofrecen un excitante panorama que, sin embargo, comporta una exigencia ineludible: sentir verdadera pasión por seguir innovando, huir de los márgenes de seguridad del pasado para dar el salto a la comunicaci­ón del siglo xxi.

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