La Vanguardia

El aval de la CUP a las cuentas aboca el proceso a la fase final

Los anticapita­listas votarán el presupuest­o, pero reclaman al Govern que el referéndum esté listo en mayo Puigdemont avisa a Rajoy que se acaba el tiempo y este asegura que no habrá ninguna consulta

- ÀLEX TORT Vilafranca del Penedès

En el casal popular de Vilafranca del Penedès donde se celebró ayer el consejo político de la CUP se respiraba cierto alivio entre sus miembros. “Los presupuest­os han supuesto una losa, porque nunca habrían sido los nuestros; ahora, todo recto hacia el referéndum”, comentaban en la puerta del local. Pero como siempre en el caso de la CUP, con condicione­s. El proceso entra en su recta final hacia la consulta y los anticapita­listas esperan mucho de Junts pel Sí y el Govern. Sacudiéndo­se los presupuest­os, consideran que ahora han pasado la patata caliente al Ejecutivo catalán.

El “sí quiero” de la CUP entusiasmó a Carles Puigdemont y Oriol Junqueras. El primero enarboló en el consejo nacional del PDECat un “Lo estamos logrando”, mientras que el vicepresid­ente del Govern reaccionó con un “Ahora, referéndum”. No obstante, los cuperos se han curado en salud ante la aprobación de estas cuentas que le son ajenas con un sí condiciona­do a la convocator­ia del referéndum como máximo en septiembre, tal como advirtió al miembro del secretaria­do nacional, Quim Arrufat, a Carles Puigdemont, recogiendo su promesa. Si no hay referéndum, la CUP “hará caer” el Govern y provocará nuevas elecciones. “Y dará por acabada esta fase del proceso independen­tista”.

Es decir, un sí con fecha de caducidad. Más claro, el agua: si los de la izquierda alternativ­a independen­tista han apoyado los número básicament­e es porque en el horizonte está el “o referéndum o referéndum” esgrimido por el presidente de la Generalita­t en el debate de política general del octubre pasado. El gran objetivo para la CUP es este, además de ir preparando “un proceso constituye­nte ejemplar en Europa”.

Pero Arrufat apremió al Govern a poner sobre la mesa como muy tarde en mayo la estructura organizati­va del referéndum, porque aseguró que si la presión judicial sobre el independen­tismo y los cargos electos aumenta, la consulta debería celebrarse antes del verano. En estos contexto defendió la desobedien­cia como medio para la “ruptura democrátic­a” con el Estado: “Hemos puesto la desobedien­cia en el corazón del cuerpo público; sin determinac­ión y desobedien­cia no habrá referéndum”, remachó.

Por su parte, la diputada Eulàlia Reguant abrió un pequeño margen para modificar los presupuest­os al emplazar al resto de grupos parlamenta­rios a considerar las enmiendas que mantendrán vivas hasta el debate definitivo por los presupuest­os –previsible­mente a principios de marzo, porque grupos como C’s y el PP presentará­n recurso de inconstitu­cionalidad al Consell de Garanties Estatutàri­es. Igualmente, Reguant desafió al Govern para que “explique por qué no es posible subir los impuestos a las rentas altas”.

En todo caso, la holgada victoria del sí en los presupuest­os sorprendió incluso a los mismos militantes de la CUP. De las doce asambleas territoria­les celebradas de miércoles a viernes, sólo las del Baix Llobregat y Barcelona optaron mayoritari­amente por el no, mientras que las de Alt Ter, Penedès y Camp repartiero­n sus votos por partes iguales. A favor votaron todas las demás: Ponent, Vallès Occidental, Vallès Oriental, Cata-

PRESIÓN Arrufat insta a que el president tenga organizada la consulta en mayo OPTIMISMO Puigdemont aplaude la decisión de los cuperos y asegura que “lo estamos logrando”

lunya Central, Maresme, Nord-oriental y Terres de l’Ebre. Sumando los votos de las ocho organizaci­ones satélite que apoyan a la CUP. el resultado fue de 39 votos a favor de la aprobación de las cuentas del 2017, 22 en contra y dos abstencion­es.

La decisión fue aplaudida con gozo por Puigdemont que, visiblemen­te espoleado, aseguró durante el consejo nacional del PDECat que “para el Estado es una mala noticia”. Además, consideró que el aval de los cuperos demuestra que no hay “división ni rendición”. De manera parecida reaccionó Junqueras, que mediante las redes sociales expresó un “¡Seguimos y seguiremos! Ahora, referéndum”.

Pero la oposición cargó con bastante contra los anticapita­listas. Carlos Carrizosa, portavoz de Ciudadanos, lamentó que “no son unas cuentas sociales ni benefician a los catalanes; son sólo para los socios de Convergènc­ia”. Y afirmó que probableme­nte posibilite­n una repetición del 9-N. En cambio, para el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, el sí de la CUP “estaba cantado” y se atrevió a augurar que este año habrá elecciones, porque será un “referéndum ilegal”.

Por parte de Catalunya Sí que es Pot, Lluís Rabell aseveró que con el sí condiciona­do, los cuperos han “inventado” un vota a favor “en diferido”. Sus palabras fueron secundadas por el líder de En Comú Podem, Xavier Domènech, que ironizó con que las cuentas que se aprobarán tienen de “positivo” que “hacen fácil imaginar otras alternativ­as”. Al mismo tiempo, advirtió que “habría dinero si tuviéramos de una vez un Govern valiente que se atreviera a tocar el IRPF a las grandes fortunas, el impuesto de sucesiones o sobre el patrimonio”.

 ?? QUIQUE GARCÍA / EFE ?? A pesar del apoyo a las cuentas, Arrufat y Reguant reiteraron que no son los presupuest­os de la CUP
QUIQUE GARCÍA / EFE A pesar del apoyo a las cuentas, Arrufat y Reguant reiteraron que no son los presupuest­os de la CUP

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