Sánchez batallará por el liderazgo del PSOE
El ex secretario general anuncia en Sevilla su decisión de competir por el liderazgo del PSOE
El ex secretario general socialista se presentó ayer en Sevilla como el candidato de las bases del PSOE para competir por el liderazgo con Patxi López y Susana Díaz, que aún no ha dado el paso.
“Será un honor liderar vuestro proyecto para cambiar el PSOE. Hoy en Dos Hermanas, en el corazón socialista de Andalucía y de España, os anuncio que seré vuestro candidato a la secretaría general”. La fórmula elegida por Pedro Sánchez para anunciar que se lanza a la carrera de las primarias fue saludada con una gran ovación y el tremolar de decenas de banderas del PSOE, y también autonómicas. Cerca de dos mil personas asistieron a la puesta de largo, otra vez, de Pedro Sánchez. Un acto que se inició con su significativo comentario de “hay agua en la piscina” y terminó con el canto de La Internacional. Muchos militantes reconocían al final que llevaban “años sin cantar” el himno.
Sánchez eligió Sevilla, el feudo de Susana Díaz, que ayer se encontraba en Alcalá de los Gazules (Cádiz) donde clausuró unas jornadas socialistas, para hacer un anuncio que los presentes reclamaron en varias ocasiones con gritos de “¡dilo ya!”. Porque todos estaban convencidos de que estaban allí para asistir al momento de la verdad de Sánchez, pero el orador demoraba deliberadamente su anuncio para aumentar la expectación. “Ha llegado la hora de que con nuestro voto los socialistas digamos alto y claro que la militancia es la máxima autoridad en el PSOE”, un recuerdo implícito para Díaz, y para la secretaria general del PSOE sevillano, Virginia Pérez, y su desafortunada frase en los días convulsos del comité federal de octubre.
Sánchez comenzó exponiendo su visión del PSOE, “un partido autónomo, coherente, creíble y de izquierdas, sí de izquierdas”, enfatizó, “en el que no sobra nadie para derrotar a nuestro enemigo ideológico, que es el neoliberalismo, las políticas del PP, para así garantizar un futuro a nuestros hijos”. Ninguna referencia a la necesaria unidad del partido antes de que se celebren las primarias, pero sí tras el Congreso. Y un guiño a los militantes del PSC con los que espera contar. “La gestora no tiene derecho a marginar a los compañeros socialistas catalanes, ni a exigirles un voto rogado. Yo les digo que, si soy secretario general, el PSC recuperará inmediatamente su derecho, su voz y su voto”, manifestó entre los aplausos de la concurrencia.
Sánchez estuvo acompañado por su mermado grupo de confianza en el que figuran los diputados Odón Elorza, Zaida Cantera, Adriana Lastra o Luz Martínez Seijo. Y también con la coordinadora de sus plataformas afines, la sevillana Nieves Hernández; el secretario general de Valencia, José Luis Ábalos, y José Antonio Pérez Tapias, el líder de la corriente Izquierda Socialista. Entre el público, socialistas llegados desde Extremadura, Ciudad Real, Madrid e incluso Asturias o la Comunidad Valenciana.
Las previsiones se desbordaron y las quinientas butacas del auditorio del Parque Tecnológico de Dos Hermanas, la ciudad de Quico Toscano, el alcalde socialista que ha encadenado más mayorías absolutas, se vieron desbordadas desde mucho antes del comienzo del acto. Así que hubo que trasladarlo al exterior. Una mañana espectacular en la que Sánchez se vino arriba y se envolvió en la bandera de la militancia. El “candidato de las bases” frente a otras opciones, “la de compañeros que legítimamente se han presentado (Patxi López) y la del candidato o candidata de la gestora”, porque dio por seguro que lo habrá. Para todos pidió y exigió “respeto”. “Vamos a recuperar el PSOE y a dar esperanza a millones de progresistas”, señaló. So-
mos socialistas es el lema elegido por Sánchez para su campaña.
Sánchez va a plantear las primarias como un “plebiscito” entre “un partido autónomo y de izquierda donde la militancia decide, o el que se abstuvo ante Rajoy y dejó al PSOE en tierra de nadie”. “Todos queremos unidad, pero la unidad no se construye desde arriba sino desde la militancia. Queremos asumir el reto de unir a la izquierda para derrotar a la derecha”, señaló. Tras anunciar su candidatura, envió un mensaje a la gestora: “Os habéis equivocado dando el gobierno al PP porque nada ha cambiado. Le pido a la gestora que no apruebe los Presupuestos del PP”.
La idea de la necesidad de recuperar el partido socialista vertebró la mayor parte de su intervención, salpicada de constantes referencias a los deseos y esperanzas de las bases y la militancia, para contraponerlos a unos dirigentes que han cambiado al PSOE. En este capítulo fue más dura aún la intervención de Francisco Toscano, enfrentado desde hace años a los dirigentes andaluces, en la que se escucharon con nitidez gritos de “¡Felipe, judas!”
El acto se celebró con la anunciada ausencia de los miembros de la dirección provincial y regional del PSOE, encabezado en Sevilla por su secretaria general, Verónica Pérez, que a su conocida frase de “la única autoridad del PSOE soy yo” ha unido desde el viernes la de “yo no voy donde no me invitan”. Lejos quedan aquellos mítines de hace meses en los que Pérez aplaudía con generosidad y arrobo a su entonces secretario general.
Tras el anuncio, los fieles a Susana Díaz reprocharon a Pedro Sánchez que una parte del partido haya decidido que la “otra no es socialista, ni de izquierdas”. “Siempre han existido sensibilidades diferentes, luchas de poder, puñaladas y traiciones, pero nunca antes se puso en duda que una parte de la formación no militara en el socialismo”, señalaron.
La carrera comienza y Sánchez prometió recorrer todas y cada una de las provincias españolas en busca del apoyo de los militantes. Y reconoció que “el camino no va a ser fácil porque hay poderes muy importantes que nos van a intentar torpedear. Pero ningún poder del mundo es capaz de cambiar vuestros anhelos y esperanzas porque vosotros sois la fuerza del PSOE”.
LA ADVERTENCIA “El camino no va a ser fácil; hay importantes poderes que quieren torpedearnos” AMBIENTE POLARIZADO En Dos Hermanas, un enclave crítico con el aparato, se escuchó el grito “¡Felipe, judas!”