El temor de los mexicanos en EE.UU. dispara las remesas
El temor de los mexicanos que viven y trabajan legal o ilegalmente en EE.UU. ante las amenazas de Donald Trump ha disparado el volumen de las transferencias de dinero hacia sus comunidades de origen. El envío de remesas a México sumó casi 27.000 millones de dólares durante el 2016, un 25% más que el año anterior, según cifras del Banco de México, que calificó este volumen como un máximo histórico. La cantidad promedio por envío el año pasado fue de 295 dólares, dos dólares más que en 2015, y el número total de operaciones pasó de 77 a 83 millones, la mayoría de ellas transferencias electrónicas. Este ingreso representa el 2,3% del PIB, de acuerdo con BBVA Research, lo que significa una dependencia que no se observaba desde el 2008.
Durante la campaña electoral, el entonces candidato republicano amagó con bloquear el flujo de recursos que viajan hacia México. Así, dijo, obligaría al Gobierno del Enrique Peña Nieto a pagar los costos de la construcción del muro fronterizo que planea erigir para evitar el paso de migrantes e indocumentados a territorio estadounidense. Trump considera medidas como impedir que toda persona que se encuentre sin papeles en EE.UU. pueda transferir dinero al exterior o aplicar un impuesto a las remesas de hasta el 5% sobre el importe total, con lo que calcula poder recaudar unos 1.300 millones de dólares al año.
Los envíos en efectivo que proceden de los migrantes mexicanos en EE.UU. son la segunda fuente de ingresos para la economía mexicana. El primer lugar en captación de divisas lo ocupan las exportaciones de la industria automotriz, que también ha sufrido un duro golpe luego de que la multinacional Ford anunciara la cancelación de una inversión de 1.600 millones de dólares en una nueva planta mexicana ubicada en San Luis Potosí. La empresa abandonó sus planes luego de que el presidente, en ese momento electo, amenazara a General Motors con aplicar un impuesto fronterizo si producía en México ciertos modelos de su línea automotriz.
Las remesas, que en un 95% llegan desde EE.UU., superan por mucho los ingresos por exportación petrolera, que en el 2015 fueron de 18.500 millones de dólares, según el Instituto Nacional de Estadística.
México es, después de la India, el segundo país del mundo con mayor número de emigrantes, unos 12,3 millones de ciudadanos residiendo fuera de sus fronteras en el 2015, y el cuarto receptor de remesas, tras la India, China y Filipinas. Según diferentes estudios, debido a las condiciones socioeconómicas de pobreza de los receptores del dinero, el 90% de los recursos se destina a la compra de alimentos y la autoconstrucción de vivienda, mientras sólo el 3% se invierte en proyectos productivos. Este flujo de efectivo es una de las principales fuentes de financiamiento de las familias de los migrantes y en algunos casos, representa el total de los ingresos familiares.
Sin embargo, la fuente del sustento de cientos de miles de mexicanos corre peligro. Las remesas podrían caer abruptamente si el presidente Trump cumple otra de sus amenazas: incremento de las redadas y las deportaciones de emigrantes sin papeles, reforzamiento de los controles fronterizos o cierre del mercado de trabajo para los mexicanos.
Los envíos en efectivo de los emigrantes son la segunda fuente de ingresos para la economía de México