Interpretaciones
La anorexia es una enfermedad grave, dramática para las personas que la padecen y las familias que han de hacerle frente. No se conocen sus causas y, tal vez por ello, se otorga una gran importancia a las actitudes sociales que promueven patrones de belleza de extrema delgadez. De ahí que los medios de comunicación se encuentren en el foco de la lucha contra este trastorno.
El pasado domingo el suscriptor Manel Montoliu Bargalló envió una queja sobre la sección Photo Finish del suplemento
Fashion & Arts que se distribuye mensualmente con este periódico. La página en cuestión contenía una fotografía de moda acompañada de un texto breve de la escritora Pilar Adón que el lector consideró “un enaltecimiento de la anorexia”.
En ese texto, titulado Historia de amor, la autora recreaba desde un punto de vista imaginario las sensaciones de la modelo en esa jornada y describía así un trabajo rutinario, mecánico, en el que las primeras palabras –“Le dijeron que no comiera el día anterior. Mejor estar delgadísima”– desembocaban en un final no menos frío y distante sobre el hecho de ser prácticamente un mero objeto para las fotos –“Oyó entonces, con los ojos aún cerrados, que separara los labios ya que lo que iba a simbolizar con su cuerpo era nada menos que una historia de amor”–.
La directora de Fashion & Arts, Joana Bonet, detalló al lector que “se trata de un texto literario –un pie de foto ficticio escrito por una poeta para la imagen de cierre del número, como hacemos cada mes– que simula la realidad de la sesión fotográfica en la que se tomó dicha fotografía (otra ficción), y, por lo tanto, en ningún caso debe ser tomado por real ni apologético. De hecho, es fácil percibir la sutil capa de crítica sobre la vida de una modelo con que la autora barniza sus líneas”. La propia Pilar Adón envió una explicación a Bonet que la directora del suplemento incluyó en su carta: “Hay que saber leer entre líneas. Más allá de la literalidad de las palabras. Hablar de cómo se vive en una guerra no es hacer apología de la guerra. La descripción de la realidad no es hacer apología de lo que se describe. Se trata de denunciar lo que se está viendo. Esa es la intención del texto. No es más que un texto literario que utiliza la ironía como medio de denuncia”.
Al Defensor también le pareció que el breve texto no se podía interpretar como un elogio de la anorexia, pero, como el lector había llevado su queja a la Asociación contra la Anorexia y la Bulimia, quise conocer el análisis de esta entidad, que ha logrado avances significativos en el enfoque con el que los medios y también el mundo de la moda encaran esta problemática.
En su respuesta, la psicóloga Sara Bujalance considera que las dos primeras frases de dicho texto (“Le dijeron que no comiera el día anterior” y “Mejor estar delgadísima”) “son mensajes que ensalzan explícitamente, por un lado, la preferencia por una excesiva delgadez y, por el otro, la práctica de conductas alimentarias no saludables como el ayuno prolongado. Teniendo en cuenta que este tipo de mensajes pueden actuar como factor de riesgo psicosocial en el desarrollo de los trastornos de la conducta alimentaria considero, como directora de prevención y promoción de la salud de la Asociación Contra la Anorexia y la Bulimia, que no es recomendable incluirlos en publicaciones que estén al alcance de la población más vulnerable de desarrollar estos trastornos, niños y jóvenes”.
Tomamos nota, pues, de este dictamen. También del peligro de que la ironía, incluso literaria, pueda no ser apreciada cuando alguien padece una enfermedad que no entiende de sutilezas.
Un texto literario que recrea de forma crítica una jornada imaginaria de una modelo provoca una queja por entender que se hace un elogio de la anorexia