La reforma de la Rambla no empezará hasta finales del 2018
El paseo se ha convertido en una arteria comercial muy codiciada por las firmas de moda
Cada año pasean por la Rambla más de 100 millones de personas. No es una cifra que deba pasar inadvertida porque no es nada fácil transitar por este paseo, que no iniciará su remodelación antes de finales del año que viene. Se trata de una reclamación antigua –más de 30 años– que se ha ido aplazando al tiempo que se presentaban sucesivos planes para transformar esta avenida, sin que ninguno de ellos llegara a cuajar. Por fin parece que llega el turno de la Rambla y en los próximos meses se acabarán de redactar las bases del concurso internacional que determinará la futura fisonomía de la arteria más turística de la ciudad. Todo ello con la vista puesta en iniciar los trabajos a finales del año que viene, “como muy tarde a principios del 2019”, señala la concejal del distrito de Ciutat Vella, Gala Pin.
La de la Rambla será una actuación integral, no sólo urbanística, que vendrá acompañada de un plan de equipamientos, uno de movilidad y otro de espacio público. “La intención es garantizar la variedad de usos que se hacen del paseo, no sólo desde el punto de vista de la movilidad de los peatones, sino también de todas las actividades que se llevan a cabo en él”, explica Pin.
El Plan Especial de Ordenación Urbanístico de la Rambla se aprobó el año pasado y aprovechó mucho del trabajo iniciado por el anterior equipo de gobierno de CiU. Un ruego del PSC introdujo la posibilidad de convocar un concurso internacional para reurbanizar el paseo, que finalmente no será del todo peatonal tras la remodelación. “La circulación de bajada se mantendrá porque es una vía imprescindible de salida del Raval, lo que es seguro es que la nueva Rambla tendrá menos tráfico y menos aparcamiento en superficie”, asegura la concejal de Ciutat Vella. Además también se buscarán complicidades con los diferentes equipamientos que están en el paseo para ofrecer actividades culturales.
El distrito se reunió con operadores y entidades a principios de enero para explicarles que empezaban a redactar las bases del concurso para la reforma. El presidente de Amics de la Rambla, Fermí Villar, pone en duda el calen-dario municipal y considera que se ha empezado tarde a trabajar. Teme que finalmente no se puedan llevar a cabo las obras a lo largo de este mandato e insiste en que las bases del concurso se deberían haber redactado antes, para darle el empujón definitivo a una transformación que ya hace demasiados años que se reclama. “Si al final no empiezan los trabajos, habrán pasado tres gobiernos diferentes y no habremos logrado un tratamiento especí- fico para la avenida”, sentencia.
Al margen de la futura actuación urbanística que se acometa a partir del año que viene, el paseo goza de una excelente actividad comercial y de restauración. Las dificultades para encontrar ubicación en la calle Pelai o Portal de l’Àngel está empujando a las firmas de ropa y accesorios a la Rambla. Además, la transformación comercial que ha experimentado en estos últimos años la plaza Catalunya ha contribuido también a que muchas de las marcas deseen estar presentes en uno de las vías más transitadas de la ciudad.
Los precios medios de los locales se sitúan entre los 90 y los 140 euros/m2, según Villar. Apenas hay espacios vacíos y la oferta, al igual que en otras calles de la ciudad, empieza a diferenciarse según su ubicación a lo largo de la Rambla. En estos últimos tiempos, y a causa de la imposibilidad de que se puedan abrir nuevos restaurantes, las marcas de ropa empiezan a apostar por situarse en la parte alta. Mientras que de Liceu –donde parece haberse trazado una frontera– hasta Colom se concentra una oferta más especializada en restauración. La directora de locales comerciales de Busquets Gálvez, Mónica Manguillot, explica que esta es una tendencia que va a más y que, con el tiempo, llas marcas de moda lle-
LA REURBANIZACIÓN El Ayuntamiento redacta ahora las bases del concurso internacional LOS CRITERIOS La remodelación no prevé la peatonalización total de la calle
garán al final del paseo. Recuerda que el camino lo inició H&M, situándose en la antigua sastrería Modelo. Luego también vinieron Nike, Sfera, Desigual, Springfield, Mango, Double Agent... y otras muchas.
“Se trata de marcas populares que buscan el enorme trasiego de turistas que tiene la Rambla. Allí difícilmente se asentarán firmas de lujo que se mantienen inalterables en paseo de Gràcia”, sostiene Manguillot. El principal problema que presenta la Rambla, desde el punto de vista comercial, es el tamaño de los locales. La mayoría son demasiado pequeños, lo que puede llegar a condicionar la ubicación de las firmas comerciales. El pasado noviembre la marca Oysho, del grupo Inditex, aprovechó el traslado de un restaurante a la parte baja del paseo –el plan de usos permite trasladar licencias de restauración– para poner el pie en la Rambla. La próxima incorporación, que demuestra que la avenida se está convirtiendo en un paseo codiciado para las marcas de moda, es la irrupción de Levi’s. La firma de vaqueros, que abandona el paseo de Gràcia, ocupará los bajos del hotel Citadines.
A pocos metros de allí, otro antiguo establecimiento hotelero se está transformando en un inmueble de oficinas. Acogerá en su parte baja una flagship de moda. Se trata del hotel Montecarlo, propiedad del grupo KKH. La compañía compró el local con el objetivo de remodelarlo. Sin embargo, la moratoria hotelera echó por tierra sus planes. La reforma supondría renunciar a un 20% de las plazas de las que disponía el hotel. Fuentes de la empresa explican a La Vanguardia que las obras finalizarán en los próximos meses. Tanto la fachada como la escalinata principal del edificio están catalogados, por lo que el inmueble –que aún no tiene operador– se sumará a la lista de edificios singulares que se transforman en comercio de referencia para las marcas que desean ubicarse en la ciudad.