Críticas a la concesionaria y a los conductores por el caos en la C-16
El alcalde de Puigcerdà considera que la concesionaria del túnel del Cadí debería haber subido las barreras del peaje
El colapso circulatorio por la nevada del pasado viernes en la C-16, en los accesos al túnel del Cadí, que llegaron a registrar colas de hasta 40 kilómetros en la boca sur, han motivado las críticas del territorio y los hoteleros no sólo hacia la concesionaria sino también hacia los conductores que no llevaban cadenas a pesar de las condiciones meteorológicas adversas que se preveían.
El alcalde de Puigcerdà, Albert Piñeira, considera que la empresa concesionaria de esta vía de peaje, Túnels Barcelona-Cadí, debería haber levantado las barreras para acelerar el tráfico cuando las retenciones ya eran significativas entre Cercs y la boca sur. Piñeira pide el mismo trato que otros territorios por los que discurren otras vías de peaje como la autopista AP-7, en la que monumentales atascos han forzado a la concesionaria Abertis a subir las barreras. Considera que esta medida debería contemplarse en un futuro y más teniendo en cuenta que la C-16 es la vía principal de acceso a la comarca y que el peaje del túnel del Cadí, entre Bagà y Alp y que incluye los 5 kilómetros de túnel, es uno de los más caros del Estado. Según las tarifas de este año, el conductor de un turismo debe abonar 11,64 euros, cifra que lo convierte, según un estudio de Automovilistas Europeos Asociados, en el segundo peaje más caro de España después del túnel de Sóller en Mallorca.
Los alcaldes de otros municipios de la Cerdanya como Das, Enric Laguarda, y Urús, Miquel Tor, también se muestran partidarios de subir barreras para aligerar el tráfico en situaciones excepcionales como las del pasado viernes, aunque consideran que quizás la medida no hubiera sido suficiente ya que el viernes confluyeron una serie de factores climáticos (nieve en hora punta de la operación salida) y de movilidad (muchos desplazamientos al mismo tiempo) que propiciaron el tapón de tráfico. Los conductores que se dirigían a la Cerdanya por el túnel del Cadí llegaron a tardar de media unas cuatro horas, más del doble de lo que es habitual. La situación, sumada a las recomendaciones del Servei Català de Trànsit para que los conductores evitaran esta vía en la medida de lo posible y no realizaran viajes innecesarios en dirección al túnel del Cadí, hizo mella en el sector hotelero que vio anuladas algunas de las reservas para este fin de semana. Lo confirma Nil Castellsagué, recepcionista del hotel Bernat de So de Llívia, que asegura que perdieron tres reservas para la noche del viernes de clientes que se echaron para atrás al ver la colas. El director general de Protecció Civil, Joan Delort, en declaraciones al programa de RAC1 Vía Lliure aseguró que el problema no se hubiera solucionado subiendo barreras porque nevaba y recordó que quien quiera ir a esquiar debe llevar cadenas en su vehículo.
La concesionaria defiende el dispositivo de seguridad que aplicó este viernes formado por trece vehículos, entre máquinas quitanieves y vehículos de vialidad, y la participación de 17 personas sobre el terreno que esparcieron 113 toneladas de fundentes para evitar la formación de hielo en la calzada.
Algunos conductores no llevaban cadenas a pesar de que la meteorología se preveía adversa