Dos horas de puro Oro
Todo a punto para la ceremonia de los IX premios Gaudí
La IX gala de los premios Gaudí se celebra esta noche, a partir de las diez, en el Auditori del Forum del Centre de Convencions Internacional de Barcelona (CCIB). Treinta y dos producciones –en su mayoría, catalanas o con talento catalán en ellas– aspiran al reconocimiento en alguna de las veintidós categorías en juego. La ceremonia tendrá una duración de unas dos horas, aunque siempre suele ser más. Está diseñada, como todas las ceremonias de entrega de premios, pensando en la televisión. “La televisión manda”, dice el cineasta Lluís Danés, responsable del evento. “Pero no hasta el punto de obligarnos a caer en los estereotipos de siempre”.
TV3 retransmite el evento en directo y, en streaming, desde su página web, también lo harán diversos medios de comunicación, entre ellos La Vanguardia. Por primera vez conduce la gala el cantante, humorista y actor Bruno Oro. La presencia de Oro será el emblema de una gala que Donés entiende, en buena medida, como un ejercicio coral. “Es una gran oportunidad de explicarnos a nosotros mismos, el mundo del cine, y por nosotros mismos dónde estamos y de dónde venimos. Somos una industria cultural potente con una larga historia a nuestra espaldas sin olvidar los muchos problemas que nos acosan en estos momentos”.
El inmenso patio de butacas del CCIB estará ocupado por más de 2.000 asistentes al acto, todos de rigurosa invitación. El drama con aires de thriller La propera pell, de Isa Campo e Isaki Lacuesta, con 14 nominaciones, encabeza las quinielas de la velada. Su nombre figura en categorías tan significativas como mejor película, mejor dirección, guión, protagonista masculino (Àlex Monner) y protagonista femenina (Enma Suárez).
Le siguen en candidaturas 100 metros, de Marcel Barrena, y Un monstruo viene a verme, de Juan Antonio Bayona, cada una de ellas con 11 nominaciones. El rey tuerto, de Marc Crehuet, acude con ocho nominaciones, y La muerte de Luís XIV con siete, una menos.
Las referencias informativas de mañana sobre estos premios, que concede el voto secreto de los más de 400 miembros de la Acadèmia del Cinema Català harán referencia sin duda a alguno de estos filmes: La propera pell, El rey borni, Les amigues de l’Àgata o Tots el camins de Déu, los cuatro que compiten por el Gaudí a la mejor película, el galardón más ambicionado. Los titulares se harán eco también del merecido Gaudí de Honor que recibirá el actor y director teatral Josep Maria Pou, fundamental en la interpretación catalana. Y no olvidarán tampoco, en lugar destacado, la valoración del evento.
¿Cómo será la gran fiesta del cine catalán de esta noche? ¿Qué tono tendrá? ¿De crítica, cómo se viene diciendo? ¿De qué se hablará en ese escaparate privilegiado que son los Gaudí para el cine?
Para Lluís Danés –que además de dirigir la ceremonia es, él mismo, candidato a un Gaudí en el apartado de mejor película para televisión, por Laia–, “estos Gaudí tendrán un innegable aire reivindicativo, como lo ha tenido el anuncio de la ceremonia [también dirigido por él]. Donde la crítica no estará reñida con la esperanza”.
En el anuncio del que habla Danés, en el que participan Aina Clotet, Miki Esparbé, Montserrat Carulla y Albert Serra, entre otros, todos ellos cubiertos de ceniza, se intuye el renacer (de esas cenizas). Una idea que repite una y otra vez Isona Passola, presidenta de la Acadèmia del Cinema Català.
La ceremonia de los Gaudí hará muchas referencias al pasado del cine catalán. “Será una ceremonia de Cinema Paradiso más que de Oscar, donde el escenario parecerá un viejo cine de barrio”, dice Donés. La melancolía, pues, matizará la dura realidad del sector, en una gala en la que se verá la generosidad de todos los participantes, que son muchos. “Buena parte del sector pasará por el escenario”, apunta .
En cualquier caso esta ceremonia, con guión de Pau Escribano y Oriol Jara, dos habituales de Polònia, el programa satírico político de TV3, recaerá en Bruno Oro. “Vamos a descubrir Oro de nuevo”, bromea el director de la gala.