Billete de ida y vuelta
La Masia recupera después de la sanción a Lederman y Sousia aunque aún no tienen el permiso para jugar
Calabasas es un suburbio de mansiones en el condado de Los Ángeles (California). Allí tienen casa las Kardashian o cantantes como Tyga y Britney Spears. Según el censo del 2010, los ingresos anuales medios de las familias eran de 114.000 euros. En ese barrio vivieron los Lederman hasta que se mudaron a Barcelona en el 2011. El padre Danny, bróker de bolsa, decidió llevarse su negocio a la capital catalana. Con él llegaron su mujer y sus dos hijos, Dean y Ben. El pequeño, que ya jugaba en la FCB Escola en Estados Unidos, pasó la prueba para ingresar en el alevín del Barça.
“Imad me ha centrado el balón y yo he rematado con la pierna derecha”. Así explicaba Ben, en un castellano aceptable, un gol en una entrevista en Barça TV, allá por el 2012. Entonces nadie se esperaba lo que ocurrió el 2 de abril del 2014, cuando la FIFA sancionó al club con dos mercados sin fichar por incumplir el artículo 19 del reglamento sobre transferencia del jugadores con nueve menores de edad.
Lederman era uno de ellos, a pesar de que tenía a su familia con él. El camerunés Patrice Sousia era otro. La FIFA primero les prohibió jugar, después les dejó sin entrenarse y por último tampoco permitió ni que durmiesen en la Masia. Ambos han podido regresar esta semana al Barcelona.
En el caso de Sousia, porque desde el 18 de enero es mayor de edad. El estadounidense, que en marzo cumplirá 17 años, porque ha conseguido ser comunitario gracias a obtener el pasaporte polaco. De hecho Lederman hace un par de meses que ya se está ejercitando con el Barça. En diciembre incluso vio el clásico en el Camp Nou. Ahora, con la apertura del mercado de invierno, es cuando el club los ha podido inscribir en el juvenil B, que dirige Quique Álvarez, donde también juega Imad.
Eso no quiere decir que vayan a jugar ya la semana que viene en el derbi contra el Espanyol. Los transfers internacionales aún tardarán, sobre todo el de Lederman, cuyo padre en su día incluso se planteó demandar a la FIFA.
16 AÑOS Y PASAPORTE POLACO Los técnicos están encantados con el estirón del estadounidense, un interior zurdo muy habilidoso
– Antes mi hijo jugaba en el mejor equipo del mundo. Ahora no puede y eso le está matando – se quejó el progenitor.
Porque cuando Ben se desvinculó del Barça, sí que tuvo que separarse de su familia. El chico se fue a Florida, a la IMG Academy, para perseguir su sueño. Entre medio, también trabajó con la selección sub-17 de EE.UU. hasta que en octubre se abrió la posibilidad de tener el pasaporte polaco.
Quienes se han reencontrado a Lederman estos días por la ciudad deportiva, están encantados. Interior zurdo, técnico y muy habilidoso, ha pegado el estirón. Antes era más bien pequeñito, lo que suplía con una gran visión de juego. Ahora a esa creatividad, le añade un físico importante.
Sousia siempre fue grandote. Fue el último de los chicos de la Fundación de Eto’o en llegar y era un delantero centro clásico, alto, fuerte y que marcaba las diferencias. Por edad, con los 18 cumplidos, le correspondería estar en el juvenil A pero no se quiere correr demasiado con un chico que ha vuelto a recuperar su habitación en la residencia Oriol Tort. Cuando fue obligado a dejar La Masia, Patrice estuvo viviendo unas semanas en casa de un compañero, Àlex Collado (que sí está con Gabri en el A), que le acogió hasta que la Blume le hizo un hueco, porque Sousia no quería oír a hablar de la posibilidad de marcharse a Camerún. Y se ha salido con la suya.
Patrice y Ben no son los primeros afectados por la sanción de la FIFA que regresan al club. De los nueve chavales que fueron objeto de la denuncia, Lee Seung-Woo y Paik Seung-Hoo hace justo un año que empezaron a competir. El primero, el que más apuntaba, sigue en el juvenil A, junto a Jang, el tercer sudcoreano implicado. Paik subió al filial pero sólo ha disputado 16 minutos a las órdenes de Gerard López.
Menos paciencia tuvieron el holandés Bobby, que milita en el Liverpool, y los franceses Chendri y Kais, que regresaron a su país. También hizo las maletas Take, japonés.
En el caso de Lee y Paik no hay duda de que la sanción segó su proyección. La normativa, que quería protegerlos, les ha perjudicado. Lederman y Sousia aún están a tiempo de demostrar lo que valen. Porque se fueron con un billete de vuelta. Como gusta en Hollywood.
YA ES MAYOR DE EDAD El camerunés, un 9 clásico, vivió en casa de un amigo al obligarle a dejar la Masia, donde ahora ha vuelto