¿Qué pone en tu DNI?

Luz Cuesta Mogollón ganó el concurso ante o tras dos perlas: Grato Amor Jurado y Antonio Arrimadas Piernas

Entrevistado por Carlos Alsina (¿y la europea?), Mariano Rajoy hizo una reinterpretación extraordinaria del famoso dicho italiano “Piove, porco Governo!”. Seguro que ya le han oído, dijo que seguramente lloverá y que eso hará bajar el precio de la luz. De hecho, muchos ciudadanos podrían decir “¡Nieva, putas eléctricas!” al observar la asombrosa coincidencia entre la llegada del frío y el aumento del precio de la electricidad. Una coincidencia que el ministro del ramo quiso explicar con un alud de datos y gráficos incapaces de tapar el ignominioso peso de la realidad. En este contexto, una joven aragonesa de veinte años irrumpe en la jungla de los medios por la capacidad evocativa de su nombre y apellidos. Se trata de Luz Cuesta Mogollón. Como las redes están llenas de imágenes manipuladas y el memerialismo gráfico impera, muchos medios han querido entrevistarla para contrastar que no se trata de ningún engaño. La chica incluso permite que se divulgue su DNI, con otros datos sensibles tapados, para demostrar que, en efecto, se llama así. El caso de la Luz es un ejemplo de gancho mediático, por su capacidad de captar la atención, pero no sólo eso, porque el salto a la fama de la chica ya empieza a tener una cierta historia. Todo empezó ya hace años cuando en su programa de radio en Onda Cero Carlos Herrera pidió nombres curiosos y llamó la hermana de Luz, que entonces tenía 16 años. Según la familia, nunca habían tenido conciencia de nombre raro. Le llamaron Luz por una virgen de Avilés, en Asturias, Cuesta es un apellido común y Mogollón relativamente frecuente en Extremadura. La llamada fue muy celebrada y la familia se animó a presentarla a un concurso de “Nombres más raros de España” que organizó el diario Abc. En marzo del 2015 Luz Cuesta Mogollón ganó, por votación popular, entre 18 finalistas, con el 49,78% de los votos, por delante de otras dos perlas: Grato Amor Jurado (12,01%) y Antonio Arrimadas Piernas (9,81%).

La combinación entre actualidad y hemeroteca repesca el caso de Cuesta Mogollón. Luz parece encantada con la notoriedad adquirida por vía nominal, superior a la que obtuvo cuando ganó el premio, ahora que la casualidad verbal se llena de sentido. Hace un siglo, en la calle Bonavista del barrio de Gràcia, operaba una imprenta llamada Futura que ponía nombres estrafalarios en las tarjetas de visita que mostraba en el escaparate. De allá salieron nombres falsos que luego la gente aseguraba haber conocido, como Teresa Degollada de Poch, Dolores Fuertes de Barriga, Càndida Viola Mestres, Rosa Demal Borràs o Lluís Massa Poch. Recuerdo a un vendedor de enciclopedias llamado Marc Mata Bala. Nunca le dejé pasar del hall.