Una nevada de las de antes
Un informe sobre el cambio climático vaticina un clima más cálido y seco
Catalunya deberá prepararse para un clima más cálido y con menos recursos disponibles de agua. Así lo señala el Tercer Informe sobre el Cambio Climático en Catalunya que ayer presentó la Generalitat. Se trata de un compendio sobre el conocimiento de este fenómeno en el que han participado 140 autores, cuya tarea ha sido revisada por 40 especialistas después de dos años de trabajos.
“Este es un informe independiente, muy exhaustivo, tiene una presentación homogénea en cada una de sus partes y presenta conclusiones y soluciones porque quiere ser útil”, declaró Javier Martín Vide, catedrático de Geografía Física de la UB y director científico del informe. Al abordar los efectos del calentamiento, Joandomènec Ros, presidente del Institut d’Estudis Catalans, declaró: “No es que tengamos que preocuparnos por lo que pasará, sino por lo que ya está pasando”. He aquí algunas de sus principales conclusiones resumidas.
TEMPERATURAS
Aumento de 1,4ºC para el 2050
La temperatura anual del aire se ha incrementado en Catalunya entre 1950 y el 2014 en 0,23ºC por década y ha aumentado especialmente en verano, cuando este aumento se ha situado en +0,33ºC por década. Cuatro de los cinco años más cálidos registrados desde el año 1950 se han concentrado en el período 2000-2014. El año 2016 ha sido el más cálido, con una desviación anómala de +1,67ºC respecto a la media 1961-1990. El aumento térmico se consolidará en los próximos años. La proyección indica una subida de 0,8ºC este decenio y de 1,4ºC para mediados de siglo (respecto a la media del período 1971-2000 que sirve de referencia). Se prevé que las subidas de temperaturas sean más intensas en el Pirineo.
PRECIPITACIONES Un 10% menos de lluvia para mitad de siglo
La precipitación ha disminuido un 1,2% por década en el conjunto de Catalunya (lo cual no es un dato significativo estadísticamente). En el Pirineo y el Prepirineo, la disminución ha sido de entre un 2,4% y un 3,9%, valores que sí son significativos estadísticamente. Las proyecciones apuntan que habrá una disminución de la precipitación este decenio, aunque la tendencia es incierta. Hacia mediados del siglo XXI, en cambio, el descenso de precipitaciones sería más marcado, con reducciones medias cercanas al 10% en primavera, verano y otoño. “Aunque la lluvia sea la misma, habrá menos recursos hídricos disponibles, por la mayor evapotranspiración”, remarca el profesor Javier Martín Vide, quien insiste en que para este informe se han empleado escenarios de emisiones de CO2 moderados. “Los valores de cambio futuro podrían ser ligeramente superiores a los que se señalan aquí”, recuerda.
CLIMA EXTREMO Las noches tropicales, más frecuentes
Ya se ha apreciado un aumento en el número de los días y las noches cálidos. Los observatorios del Ebro (Tortosa) y Fabra (Barcelona) registran actualmente entre 26 y 23 noches tropicales al año más que al principio de siglo. (En las noches tropicales, las mínimas no bajan de los 20 grados). Todos los escenarios climáticos apuntan a una subida de las temperaturas extremas, de las olas de calor, así como la duración de las sequías. También habrá una ausencia total de glaciares visibles en Catalunya. Los de los sectores pirenaicos cercanos (Pirineo aragonés y de Ariège) están en retroceso: dos de los 13 glaciares catalogados en el 2008 se han extinguido.
RECURSOS HÍDRICOS Merma del 20% en la zona litoral
Las proyecciones apuntan reducciones importantes de la disponibilidad de los recursos hídricos
(menos flujos de agua en ríos y rieras en relación a lluvia) por la mayor evapotranspiración. Esa reducción media estaría cercana al 10% en las cuencas pirenaicas y al 22% en las litorales en 2051. Para afrontar esta escasez de recursos hídricos, “habrá que promover una gestión integrada del territorio que tenga en cuenta un replanteamiento de las infraestructuras de las conexiones, del uso de los recursos alternativos y la distribución territorial de los recursos para las diferentes necesidades”, dice el capítulo que dirige Josep Mas-Pla. La disponibilidad de agua se situará a finales de siglo en 1.850 m3 por persona y año, valores cercanos al umbral de estrés hídrico.
RIESGOS Atención de los episodios torrenciales
El número de episodios que producen inundaciones locales están aumentando desde mediados del siglo XIX, “probablemente a causa del aumento de la exposición y la vulnerabilidad”. De cara al futuro, los escenarios no son concluyentes, “pero si se produjeran más precipitaciones torrenciales, junto con más vulnerabilidad y la exposición y los cambios de usos el suelo, el riesgo de inundaciones se incrementaría significativamente”, se señala en el capítulo que dirige Maria del Carme Llasat.
COSTA Erosión en las playas, costa más vulnerable
El calentamiento comporta una subida del nivel del mar. El informe cifra actualmente la erosión entre 0,6 y 0,9 metros al año de media en toda la costa catalana. La mayor parte de las playas está sometida a un proceso de erosión y una parte pequeña experimenta un crecimiento, pero en este último caso es debido al efecto barrera de estructurales artificiales, como espigones y diques (donde se acumula arena).
Los patrones para el 2050 indican que en el 70% de las playas se producirá algún cambio respecto a las condiciones iniciales (en el 42% los cambios son a peor y en el 58%, a mejor). Para el año 2060, se prevé que en Catalunya pueda haber 164 km de costa en condiciones de vulnerabilidad alta o muy alta. Destaca la comarca del Alt Empordà, con un 100% de la costa afectada, resalta el capítulo que dirige el profesor Agustín Sánchez-Arcilla. “Incluso sin variar la configuración actual de la costa, de cara al año 2100, el 21% de las playas de Catalunya requerirán actuaciones adicionales para su mantenimiento”, se dice. Si no se actúa, las playas, no cumplirán las funciones de protección y de uso turístico.
NIVEL DEL MAR Una subida de casi 4 centímetros cada diez años
La temperatura del mar en l’Estartit ha aumentado a un ritmo de +0,3ºC por decenio en los primeros 50 metros de profundidad. El calentamiento del mar se produce en todas las estaciones del año, aunque es más significativo en verano. El nivel del mar aumenta en este mismo punto a razón de +3,9 milímetros al año (+3,9 centímetros al decenio) desde el año 1990, según los datos que ha ido facilitando el meteorólogo Josep Pasqual. La tasa media de subida del mar a nivel mundial ha sido de 3,2 milímetros al año entre 1993 y el 2010, un valor coherente con lo visto en l’Estartit.
ECOSISTEMAS MARINOS
Mortalidad de los corales
Algunas especies de las costas norteafricanas avanzan hacia esta zona del Mediterráneo noroccidental o se hacen más abundantes aquí (como el pez azul o anchoa, o la alacha). Las comunidades de coral de los fondos litorales están experimentando episodios de mortalidades masivas de los que les cuesta recuperarse (al ser organismos de vida lenta). El alza de temperaturas puede extinguir a finales de siglo las praderas de posidonia (plantas subacuáticas de gran valor ecológico), eliminar su papel como captadores de CO2 y favorecer la expansión de algas invasoras en detrimento de las autóctonas. Los inviernos suaves, la escasa pluviometría y los veranos cálidos favorecen los enjambres de medusas a las playas. Un agua más caliente (junto a la entrada de nutrientes desde la costa) completa el caldo de cultivo para las microalgas nocivas o tóxicas.
IMPACTOS EN LA AGRICULTURA Adaptar los cultivos a la escasez de agua
Un aumento de la evapotranspiración del 13% y un descenso de la pluviometría del 13% para finales de siglo puede afectar a los cultivos, que requerirán más agua de riego. Otro efecto puede un incremento de los rendimientos de los cultivos en algunos lugares, aunque se puede reducir en otros. El aumento de temperaturas puede permitir que se desplacen actividades agrícolas hacia zonas de más altitud, lo que en Catalunya coincide con tierras con más riesgo de erosión del suelo. El informe pide que se tomen medidas para afrontar la pérdida de calidad de los suelos, optar por las variedades más resistentes a la sequía en los cultivos de secano, mejorar las prácticas del manejo de los residuos ganaderos y afrontar la merma de las capturas pesqueras de hasta el 20% para el período 2051-2060.
SALUD Unas 2.500 muertes por olas de calor en el 2050
El informe pronostica que para el año 2050, el número de defunciones relacionadas con las olas de calor se pueden multiplicar por ocho y alcanzar las 2.500 muertes anuales. Actualmente (periodo 19712000), se ha detectado una media anual de 310 muertes debidas al calor. Teniendo en cuenta el incremento de temperatura media y la estructura de la población en términos de envejecimiento, ese número alcanzaría los 1.391 en el 2025 y, concretamente, 2.504, en el 2050. Esta mortalidad está relacionada con enfermedades cardiovasculares y respiratorias y del sistema nervioso y mental, la diabetes y las enfermedades del sistema urinario y renal. El aumento de las temperaturas favorecerá las condiciones para la transmisión de enfermedades como el dengue, el chickungunya y la malaria, de las que ahora no hay casos autóctonos.
TURISMO DE NIEVE
Cerrar algunas pistas
El turismo de nieve muestra una vulnerabilidad importante al cambio climático dada la latitud en que se encuentran casi todas las estaciones de esquí (en cotas límite para su viabilidad futura). Las estaciones más vulnerables serán las de menos altitud y con predominio de pistas con una orientación sur. La principal consecuencia del cambio climático no será una disminución del turismo de nieve, sino su redistribución y concentración en pocas pistas. “Hay tres estaciones de esquí que no serían viables en ninguno de los escenarios analizados” (Espot, Port-Ainé y Port del Comte), mientras que en el escenario de un incremento más alto de las temperaturas, todas dejarían de ser viables, excepto Baqueira-Beret. Se plantea la conveniencia de cerrar alguna estación (sobre todo si ya hay en el misma comarca), no abrir estaciones nuevas, descartar inversiones por debajo de determinada cota y avanzar en la transformación de estos enclaves en estaciones de montaña y espacio de ocio. “La clave es diversificar sus actividades”, resume Javier Martín Vide.
ENERGÍA La recomendación: impulsar las fuentes renovables
Las emisiones de gases invernadero se incrementaron un 9,2% entre el año 1990 y el 2013. Ese año representaron el 13% de España. El documento aboga por intensificar la eficiencia energética, impulsar las energías renovables y el autoconsumo, y disminuir el peso de los hidrocarburos como combustibles de automoción. Igualmente, propugna abrir un debate sobre el futuro de las nucleares.