La copa media llena
Los vinos de las DO catalanas buscan el modo de lograr definitivamente el favor del consumidor local
Vilafranca del Penedès
Hace poco menos de un año que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, proclamaba, quizás con exceso de optimismo, que el vino catalán ya había ganado “el plebiscito”. Aunque mucho queda todavía por recorrer para conseguir un apoyo masivo del consumidor catalán al vino de Catalunya, lo cierto es que en los últimos años se está revirtiendo la situación. Pese a ello, todavía dos de cada tres vinos que se descorchan en Catalunya no son catalanes.
En el 2015, por primera vez, la suma de los vinos producidos por las 11 denominaciones de origen catalanas superó el apabullante liderato de los Rioja. Estos, sin embargo, pese a su retroceso, siguen liderando el mercado catalán. Según los últimos datos disponibles (Nielsen), el conjunto de los vinos con DO catalana lideraban el mercado en Catalunya en el 2015, con una cuota de mercado del 32,51%. Entre el 2013 y el 2015, el conjunto de las denominaciones de origen catalanas ha aumentado su cuota de mercado en 2,67 puntos porcentuales.
La mejora de la calidad de los vinos, más acciones de marketing y publicidad por parte de las bodegas, los crecientes reconocimientos internacionales (cosechados principalmente por los Priorat y los cavas), la irrupción de guías y concursos, la proliferación de ferias y muestras por toda la geografía catalana, la pujanza enoturística, la convocatoria del Cartaví (que pretende fomentar la presencia de vinos catalanes en las cartas de los restaurantes de Catalunya) y una mayor concienciación del consumidor catalán parecen explicar el ascenso del consumo de los productos catalanes. Por su parte, la Generalitat hace años que promueve iniciativas de promoción del vino catalán, como la Mostra de Vins i Caves de Catalunya en Barcelona o Hotels amb DO, que promueve el vino catalán en hoteles emblemáticos y con historia de Barcelona.
La DO Catalunya, por su parte, ha lanzado la campaña A taula, vi català. Se pretende reconocer la labor de prescripción de los vinos catalanes que hacen muchos restaurantes, “con un especial interés por Barcelona y su área metropolitana, donde se ha detectado tradicionalmente una menor presencia de vinos de las DO catalanas”.
El presidente de la DO Catalunya, Xavier Pié, cree que “en cierta forma, ha habido un redescubrimiento del vino catalán por parte de los catalanes”. Añade que “comenzamos a vivir cierta recuperación de lo que tendría que ser la normalidad”.
La presidenta de la Associació Catalana de Sommeliers, Anna Vicens, afirma que “el vino catalán está ganando terreno poco a poco, aunque no todo el vino de calidad que querríamos”. Considera que el consumidor compra por inercia, refiriéndose a los Rioja, pero opina que “hay que insistir dando a catar el vino catalán”. El presidente de la Associació Catalana d’Enòlegs, Antoni Cantos, dice que la mejora de la situación “nada tiene que ver con la política”. Recuerda que Barcelona era “la capital de los Rioja” y que el bajo consumo de vino propio en Catalunya es “una anomalía que no sucede en ninguna otra zona productora mundial”.
El presidente de la Confraria del Cava Sant Sadurní, Toni de la Rosa Torelló, certifica que “cada vez se bebe más vino y cava catalán en Catalunya, y ello es bueno, normal y, además, lo que toca”.