Los autobuses de Barcelona, entre los más lentos de la UE
La velocidad media de buses de otras capitales europeas roza los 15 km/h, casi tres más que la que alcanzan los de la capital catalana
EL DATO 12,08 km/h es la velocidad media de los buses Un vehículo de TMB circulará por carriles de buses y taxis para cazar a los invasores De los 873 kilómetros que recorren los autobuses, sólo 163 tienen vía reservada Las plazas Comín, Espanya y Universitat son tres de las zonas con más invasiones
Barcelona puso en marcha ayer una operación especial de la Guardia Urbana para mejorar y agilizar la circulación en los carriles reservados a autobuses y taxis. La policía municipal impuso el año pasado 6.000 multas por la invasión de estas vías y otras irregularidades de conductores que obstaculizaron la fluidez del transporte público en superficie.
Circular por el carril bus puede suponer una sanción de 90 euros y estacionar en esta vía, de 200. Pero estos castigos (que se reducen a la mitad si se pagan en el acto) no han evitado que los buses de Barcelona se encuentren aún entre los más lentos de Europa, según el propio Ayuntamiento.
La velocidad media de estos vehículos, que hace unos años era de 12,14 km/h, bajó en el 2016 a 12,08. La media es de entre 14 y 15 km/h en otras capitales europeas, explica la concejal de Movilidad y presidenta de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), Mercedes Vidal. La campaña de la Guardia Urbana es sólo una de las medidas que ha impulsado la alcaldía para revertir la situación. El Ayuntamiento, que también perseguirá los estacionamientos indebidos en paradas de taxis (multa de 60 euros), reconoce que todos los retos del plan de movilidad urbana previstos para el 2018 “no se podrán alcanzar, pero los relativos a la mejora de la nueva red de autobuses, sí”.
Otras medidas ayudarán a que autobuses y taxis “puedan circular de la manera más ágil posible y ofrecer así el mejor servicio público a la ciudadanía”. Se trata de un “objetivo prioritario” para la concejal Vidal. A partir de marzo, el área municipal de Movilidad rescatará un vehículo de TMB “con equipos de sanción automática” para denunciar a los conductores que invadan los carriles reservados. Este coche espía se sumará a otro de la Guardia Urbana con cuatro cámaras y sin distintivos policiales, que actuará en las zonas con un mayor número de accidentes para cazar (con fotos y vídeos) a los conductores que cometan imprudencias. Un sistema de cámaras de vigilancia ayudará a sancionar y erradicar actitudes incívicas, especialmente en zonas conflictivas, como los alrededores de la plaza Alfonso Comín, en Sant Gervasi, donde los chóferes de autobús deben compartir su vía con automovilistas que también la creen suya. Los alrededores de la plazas Universitat y Espanya son otras zonas con numerosas invasiones, que el Ayuntamiento confía en combatir con estos mismos procedimientos telemáticos.
En las siguientes fases de la campaña se prevé introducir mejoras en la regulación semafórica de los carriles para dar prioridad a buses y taxis. Otra reforma afectará a las terminales de la zona universitaria o a la plaza de Sants, donde se mejorarán los accesos. La finalidad de estas y otras medidas están claras, es decir, la “mejora sustancial de estas vías”, el aumento de la velocidad y “el control de las invasiones”. Los técnicos municipales no descartan más medidas para ejecutar tales cambios. Algunos autobuses, como los de la línea 33 (Zona Universitària-Verneda) permiten que los viajeros suban por la puerta del conductor y por la más cercana, lo que reduce la espera en las paradas. Esta idea podría aplicarse a otras líneas en el futuro. La alcaldía, sin embargo, no se pronunció ayer sobre otra cuestión recurrente, la estrechez de los carriles bus.
Las cocheras de TMB tienen un total de 1.060 buses. Las licencias de taxi en la capital catalana son 10.523. La flota amarilla circula con una velocidad media de 18,45 km/h. El equipo de la alcaldesa Colau, que se ha propuesto triplicar la cifra de carriles bici y llegar a los 308 kilómetros en el 2018, reconoce que la red de carriles para buses y taxis es insuficiente y hay que incrementarla, pero sin concretar cifras. De los 873 kilómetros que recorren hoy los autobuses, sólo 163 tienen rutas más o menos segregadas.
El plan del Ayuntamiento se desplegará en tres fases. La primera y más inmediata prevé la entrada en vigor de tres nuevos carriles bus y taxi para el próximo mes de julio: en la Gran Via, sentido Besòs, entre Josep Pla y la rambla Prim, en Sant Martí; en València, entre Navas y Espronceda, también en Sant Martí, y en Via Favència, en sentido Llobregat, entre Artesania y la plaza Karl Marx, en Nou Barris.