Un país solvente
La economía andorrana comparte con las del conjunto de la eurozona un crecimiento positivo en el año que acabamos de dejar y buenas expectativas para el presente. La economía del Principado de Andorra, microestado europeo, el de mayor superficie y población, con una renta nacional de 2.543 millones de euros en 2015 y una renta per cápita de 35.451 euros, muy similar a la de Liechtenstein –34.200– y por encima de la eurozona –32.108–. Su nivel de deuda se estima en el 42% del PIB, el déficit o superávit, que lamentablemente no se presenta consolidado entre la Administración general, los municipios y la Caixa Andorrana de la Seguretat Social (CASS), presentaba en 2015 un déficit del 0,5% en la Administración general, un superávit del 0,9% de la local y del 1,6 de la CASS. Estas cifras muestran una gran solidez y solvencia si las comparamos con la de los Estados miembros de la eurozona. Si tenemos en cuenta que su nivel de inflación es similar al que esta presenta en su conjunto, la economía andorrana, comparada con las economías de la eurozona, es ciertamente una de las más saneadas de la zona euro, que es la moneda de Andorra desde el 30 de junio de 2011, en virtud del acuerdo monetario firmado con la UE, lo que le permite emitir euros en monedas.
La economía andorrana se basa en los servicios. Los sectores más destacados son el financiero, comercio y servicios, ordenados por su contribución al PIB. Al que hay que añadir su sector público. En estos merece especial atención el financiero, que se ha adaptado a las instituciones propias de la eurozona. En efecto, Andorra cuenta con el Institut Andorrà de Finances (INAF), entidad independiente de derecho público. La Unitat d’Intel·ligència Financera d’Andorra (UIFAND), independiente, para impulsar y coordinar las medidas de prevención del blanqueo y financiación del terrorismo. En relación a posibles crisis de instituciones financieras cuenta con la Agència Estatal de Resolució d’Entitas Bancàries (AREB) y el Fons de Resolució d’Entitats Bancàries (FAREB). En 2011, INAF y el Banco de España establecieron un protocolo de colaboración. INAF se incorporó a la Organización Internacional de Comisiones de Valores.
El sector financiero andorrano gestionaba en 2015 45,2 mil millones de euros, presentaba una ratio de eficiencia del 54,15, de solvencia del 22,78 y de liquidez del 71,24, niveles muy superiores a los exigidos a las instituciones financieras bajo el control y la supervisión del Banco Central Europeo, y también de los establecidos por el Banco Internacional de Pagos de Basilea.
Esta situación explica el buen posicionamiento de los bancos andorranos en la lista que elabora la revista especializada The Banker ,enla que con frecuencia se destaca la posición del primer banco de Andorra. Standard and Poor’s mejoró en julio del pasado año la perspectiva sobre el sector financiero andorrano, pasando de negativa a estable, manteniendo el rating de Andorra BBB-/A-3. Pocas semanas después, en septiembre de 2016, Ficht Ratings hizo pública su evaluación manteniendo a Andorra en una perspectiva estable con la calificación de BBB, después de haber evaluado la deuda soberana del Principado, valorando positivamente su estabilidad política y económica, la solidez de sus finanzas públicas y la flexibilidad en el mercado laboral.
En las consideraciones de estas agencias hay que valorar, para mejorar en el futuro, la conveniente aproximación al Fondo Monetario Internacional y disponer de un sistema de prestador de última instancia (last lender resort). Aunque hay que progresar en algunos aspectos y, dada la progresiva y necesaria internacionalización de las entidades financieras andorranas, la adaptación a la regulación fundamentada en el Acuerdo Monetario con la UE y la aplicación del acuerdo sobre el intercambio automático de información, se pueden encarar con tranquilidad, dada la estabilidad y solvencia de la economía y el sector financiero andorranos.