Zafer Aknar
HUMORISTA TURCO
Aknar, director de la revista satírica turca LeMan , ha conseguido sortear la censura y las acusaciones de ser progolpistas. La revista cumple 25 años supliendo con sus viñetas las críticas que no puede hacer el periodismo.
El humor es la mejor manera de hacer frente a la situación”, sostuvo Zafer Aknar al final de nuestra entrevista, pocos días después del fallido golpe de Estado del pasado julio. Y las circunstancias entonces –se le acusaba de apoyar al golpismo– no eran fáciles –como no lo son ahora–, pero, finalmente, fue capaz de esbozar una sonrisa.
Aknar es el director de la revista satírica LeMan, que estos días cumple su 25 aniversario y que el jueves conoció una “noche de solidaridad” para celebrarlo. Su trabajo requiere no solamente humor, sino buenos nervios. De hecho, el semanario, lleno de divertidas viñetas, ni siquiera tiene, debido a la censura, acceso libre a su pagina web en Turquía.
Al menos la edición impresa esta semana sí se presentaba en los lugares de venta con un “este jueves no te olvides de nuestra noche de 25 años” en portada y dentro, anunciando actuaciones especiales para la conmemoración como la de la célebre cantautora de pop, jazz y rock Sila.
En su ya cuarto de siglo, el semanario de viñetas se ha establecido como una institución en el panorama humorístico turco. No es algo baladí: basta recordar que, por ejemplo, el caricaturista Musa Kart del diario Cumhuriyet, crítico con el Gobierno de Ankara, lleva ya más de cien días en prisión sin conocer siquiera de qué se le acusa.
“Con el golpe de estado militar de 1971 los caricaturistas tomaron el relevo de los periodistas puesto que hacían lo que los segundos, debido a la censura, no podían realizar”, enfatizaba a La
Vanguardia Behiç Pek, otro dibujante de LeMan. Se refería así a la época dorada del semanario GirGir, cuando llegó a vender casi medio millón de ejemplares.
LeMan tomó el relevo en 1991 de la mano de un equipo escindido del GirGir. En su redacción se dieron a conocer grandes del humor turco como el mismo Cem Yilmaz, actualmente el comediante más popular de Turquía, aparte de actor y director.
Pero sobre todo, en la memoria de ya varias generaciones de lectores del semanario, quedan sus personajes inolvidables. Por ejemplo, el antihéroe Kozalak –o Kozi–, creado por el dibujante Mehmet Cagcag. Kozi viene a ser el prototipo turco del emigrante del entorno rural que llega a la gran urbe, dotado de un gran bigote, entrado en carnes, con mucho pelo en el pecho, dominador del argot y de mentalidad vulgar y patriarcal. Eso sí, con la travesti Ziya se encuentra más a gusto que con una mujer al uso, porque no tiene que tener en cuenta las costumbres y reglas del namus u honor turco.
O, por qué no, una mujer con velo islámico, de nombre Büsra –personaje creado por el dibujante Bahadir Boysal– que va en moto y que incluso ha llegado al cine. Protagonizó el 2010 una película del director Alper Caglar, en la que trata de salvar su
“türbanli kizin yasadigi ask ”o amor prohibido de chica con hiyab frente a una sociedad poco transigente.
Acostumbrados a romper tabúes, los dibujantes de LeMan también señalan, por ejemplo, la corrupción de las autoridades, caricaturizan al político más poderoso de Turquía como una hortaliza o incluso se atreven con la represión sexual del entorno rural, que fuerza a los campesinos a mantener relaciones sexuales y amorosas con los asnos de labranza.
Curiosamente, en el 2011, otra escisión de la propia LeMan hace historia, puesto que nace Bayan
Yani –de la mano de las artistas gráficas Asli Yazicioglu, Ramize Erer y Feyhan Güver–, el único semanario de humor realizado solamente por mujeres.