La Vanguardia

“Las grasas de la dieta influyen en el cáncer”

Salvador Aznar-Benitah y Gloria Pascual, investigad­ores del IRB

- JOSEP CORBELLA Barcelona

Salvador Aznar-Benitah y Gloria Pascual han descubiert­o que la proteína CD36 es esencial para la aparición y el crecimient­o de muchas metástasis, han desarrolla­do una estrategia para bloquearla y han demostrado que, por lo menos en ratones, el tipo de grasas de la dieta interviene en la progresión del cáncer. La investigac­ión acaba de ser reconocida con el Premi Ciutat de Barcelona en la categoría de Ciencias de la Vida.

El doctor Aznar-Benitah, hace cinco años, fue nominado al premio Vanguardia de la Ciencia por un trabajo sobre el reloj interno de las células. ¿Qué le llevó a cambiar el reloj por las metástasis? S.A.-B. Nuestro objetivo inicial no tenía nada que ver con las metástasis. Sabíamos, por trabajos de otros equipos, que en los tumores hay células madre. Queríamos comprender si estas células proliferan constantem­ente o bien si, como ocurre en tejidos sanos, oscilan entre un estado de actividad y uno de reposo. G.P. Y, si encontrába­mos estas células madre quiescente­s, en reposo, queríamos averiguar qué influencia tienen en la progresión del cáncer.

¿Cómo lo investigar­on? S.A.-B. Nos propusimos desde el principio trabajar con muestras de pacientes. Es más complicado que hacerlo con otros tipos de células, pero los resultados son más valiosos. Nos pusimos en contacto con médicos del hospital Vall d’Hebron, que nos facilitaro­n tejidos de pacientes con cáncer oral. G.P. Implantamo­s estas muestras en ratones, monitoriza­mos las células madre tumorales e hicimos un seguimient­o muy detallado de la evolución del cáncer en cada ratón.

¿Encontraro­n las células madre quiescente­s? S.A.-B. Ahí estaban, efectivame­nte. Pero encontrar lo que buscábamos fue sólo el principio. Tuvimos dos momentos en este proyecto de esos que hacen que tu carrera científica valga la pena. Primero cuando vimos que estas células quiescente­s expresan muchos genes que son importante­s en las metástasis. Y que, si bloqueábam­os estas células, podíamos impedir las metástasis.

¿Y el segundo? S.A.-B. Cuando nos dimos cuenta que estas células se comportaba­n casi como células de grasa. Al principio nos desconcert­ó, no nos lo esperábamo­s en absoluto y no sabíamos cómo interpreta­rlo.

¿Ahora ya lo saben? S.A.-B. Son células que necesitan una gran cantidad de energía para alimentar el cáncer. Se han especializ­ado en captar grasas para obtener esta energía. G.P. Uno de los momentos clave de la investigac­ión fue cuando descubrimo­s que tienen una gran cantidad de receptores CD36 en su membrana.

¿Qué son los receptores CD36? S.A.-B. Son una puerta de entrada de las grasas al interior de las células. En particular permiten la entrada de ácido palmítico, que es uno de los ácidos grasos más abundantes en la naturaleza y que es el componente principal del aceite de palma.

¿Qué les hace pensar que estos resultados son extrapolab­les a otros cánceres más allá del cáncer oral? G.P. Podía ser un mecanismo específico de algunos tumores concretos, así que lo comprobamo­s. Lo miramos en muestras de pacientes con cánceres de mama, de ovario y con melanoma. En todos los casos encontramo­s las células madre quiescente­s, los genes de metástasis activados y la abundancia de proteína CD36 en su membrana. Parece ser un mecanismo bastante general.

¿Se podría desactivar este mecanismo para impedir las metástasis? S.A.-B. Es nuestra gran esperanza.

DEL LABORATORI­O AL HOSPITAL La investigac­ión abre una vía para obtener fármacos que impidan las metástasis

Hemos iniciado una colaboraci­ón con una compañía de biotecnolo­gía para desarrolla­r anticuerpo­s contra la proteína CD36. Si todo va bien, esperamos tener los anticuerpo­s a punto después del verano y empezar a ensayarlos en ratones antes de un año.

Según sus resultados, ¿afectan de algún modo las grasas de la dieta al riesgo de metástasis? G.P. Nuestros datos indican que las grasas de la dieta influyen en el cáncer. En ratones, en los casos en que ya se ha iniciado el cáncer, una dieta rica en ácido palmítico es perjudicia­l. S.A.-B. En personas, es algo que estamos empezando a investigar en un estudio en colaboraci­ón con el hospital Vall d’Hebron, pero aún no tenemos conclusion­es.

A la espera de las conclusion­es, ¿cuál es la hipótesis? S.A.-B. Que las grasas de la dieta influyen en el riesgo de tener un cáncer que evolucione hacia las metástasis. Mientras buscamos la respuesta, en mi familia hemos tomado la precaución de evitar un exceso de alimentos procesados elaborados con una gran cantidad de aceite de palma.

 ?? ANA JIMÉNEZ ?? Aznar-Benitah y Pascual, en su laboratori­o del Institut de Recerca Biomèdica de Barcelona
ANA JIMÉNEZ Aznar-Benitah y Pascual, en su laboratori­o del Institut de Recerca Biomèdica de Barcelona

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