Los promotores del macroalbergue de la Vila Olímpica paran las obras
Los vecinos se muestran cautos y no dan la batalla por ganada, pero el pasado viernes los promotores del macroalbergue de la Vila Olímpica paralizaron las obras del edificio. Un extremo que confirma el Ayuntamiento, que estaría negociando con la propiedad la posibilidad de reducir el impacto que tendrá el alojamiento en el entorno e, incluso, la compra del edificio.
El pacto alcanzado con ERC para que esta formación diese su voto al plan especial de alojamientos turísticos (Peaut) preveía la realización de una consulta para paralizar tres proyectos hoteleros de la ciudad: el albergue de la Vila Olímpica, el hotel de Drassanes y el del Rec Comtal, a punto de acabar las obras. En el caso del alojamiento turístico de Sant Martí, de 440 plazas, el compromiso era el convocar una comisión técnica formada por las entidades vecinales, representantes del equipo de gobierno, concejales de ERC y técnicos y juristas del Ayuntamiento. Esta reunión aún no se ha realizado, según explicó ayer el presidente de la Associació de Veïns de la Vila Olímpica, Jordi Giró, y confirmó el Ayuntamiento, pero se espera que en los próximos días se convoque. En ella, los vecinos presentarán un informe técnico que avala, según las entidades, la paralización definitiva de las obras. Además de analizar este documento también se discutirá la posibilidad de que el Ayuntamiento compre el inmueble. Una cuestión que los republicanos continúan defendiendo y, que en cualquier caso, el Ayuntamiento está estudiando. También está por decidir si finalmente se hará una consulta vecinal.
Fuentes del Ayuntamiento indicaron ayer que el equipo de gobierno continúa estudiando posibles vías que tengan garantías jurídicas y puedan minimizar el impacto que el macroalbergue tenga sobre el entorno. Desde noviembre, cuando empezaron las obras de construcción, la asociación de vecinos reclama al Ayuntamiento que paralice el proyecto y para mostrar su rechazo se han concentrado en numerosas ocasiones a las puertas del macroalbergue. El Ayuntamiento consiguió paralizar durante un tiempo los trabajos, pero al disponer de todos los permisos en regla se volvieron a reemprender.
Los vecinos aseguran que el informe jurídico que encargaron demostrarían irregularidades e incumplimientos de la normativa municipal, por lo que ven factible que no se llegue a construir. En cualquier caso, si el proyecto no se ajustara a la normativa “no podría pedir una nueva licencia de obras, ya que la zona queda afectada por el plan especial de alojamientos turísticos”, señala Giró.