Disputa por los canales de una Empuriabrava que cumple 50 años
La limpieza y la vigilancia de la urbanización navegable enfrentan a residentes y concesionaria
“El mar a la puerta de su casa”. Con este atractivo eslogan se publicitaba a finales de la década de los sesenta la marina residencial de Empuriabrava, una urbanización única en Europa con una red navegable de 23 kilómetros de canales que permitía acceder al chalet no sólo por tierra, sino también por barco. Tener una casa con vistas al mar era el sueño de los Hoffmann, un matrimonio de Frankfurt que, a mediados de los años setenta, persiguiendo ese anhelo ya había comprado una propiedad en la costa de Dénia (Alicante). Poco después, al conocer Empuriabrava, cambiaron de idea. “Mis padres leyeron en una revista la existencia de un lugar idílico con casas que daban al canal y amarre en la puerta de casa. Se quedaron prendados de la zona, así que vendieron la casa de Dénia pacomo ra comprarse una propiedad aquí”, explica su hija Susanne, desde la inmobiliaria que fundaron sus padres en 1979 y que ahora ella dirige.
Los alemanes de poder adquisitivo medio alto fueron los primeros residentes de la marina, que tenía como referente los canales de Venecia y Miami, y que ya en sus inicios se proyectó como lugar de veraneo, con bloques de apartamentos, hoteles, restaurantes y zona comercial. Hace tiempo que los teutones han dejado de ser el principal colectivo extranjero de la marina, que ocupa unas 437 hectáreas en pleno parque natural de los Aiguamolls de l’Empordà y en la que están empadronadas unas 7.000 personas de 69 nacionalidades. La cifra en verano puede alcanzar las 100.000 personas, según explica la concejal responsable del 50.º aniversario de Empuriabrava, Roser Vitalla. Ahora los franceses y marroquíes han superado en proporción a los alemanes. Les siguen rumanos, rusos, italianos y belgas.
El próximo 26 de junio se cumplirán cincuenta años desde que la Comisión Provincial de Urbanismo otorgaba la aprobación definitiva del Plan Parcial de Ordenación de Empuriabrava. La urbanización se erigió en unos terrenos destinados al cultivo de cereales y pastos para ganados, al norte de la desembocadura del río Muga, propiedad, en su mayoría, del marqués de San Mori. “Inicialmente la urbanización se llamaba Eurobrava de la Muga en alusión al nombre de la empresa promotora”, explica la archivera municipal, Marisa Roig.
Cincuenta años después de su creación, la que está considerada una de las marinas residenciales más grandes de Europa afronta el futuro con varios frentes abiertos en el horizonte. Lo que ha sido la seña de distinción de la urbanización, los canales, se ha convertido también en uno de los principales quebraderos de cabeza de sus residentes. Después de que en el 2013, tras años de batalla política y judicial, el Estado amnistiara la marina de la ley de Costas, los propietarios con amarre todavía no dan por cerrado el asunto. “La ley de Costas reconoce que los garajes
Los alemanes de poder adquisitivo medio alto fueron los primeros residentes
náuticos no forman parte del dominio público marítimo terrestre y que son propiedad privada, pero aún estamos pendientes del nuevo deslinde”, explica Tim Pelters, uno de los miembros de la Asociación de Propietarios de Empuriabrava, quien agrega que “es urgente” saber hasta dónde llegan las propiedades náuticas, ya que si no el Registro de la Propiedad se niega a inscribir los amarres. “Eso conlleva problemas de inseguridad jurídica, falta de inversiones, compradores que se echan atrás o bancos que no financian un amarre del mismo modo que harían con un garaje”, explica.
La otra gran cuestión que está sobre la mesa desde hace años es que el Ayuntamiento asuma las funciones de mantenimiento, limpieza y vigilancia que actualmente están en manos de la concesionaria, Port Empuriabrava, que tiene la gestión hasta el año 2030. La previsión era que en enero del 2014 el Consistorio se haría cargo de estas funciones, pero tres años después todavía no se ha cerrado el acuerdo, que debe ser a tres bandas (Ayuntamiento, Generalitat, que es la titular de la instalación portuaria, y la conce- sionaria). Fuentes de la Generalitat se limitan a decir que se “están cerrando los detalles técnicos de la gestión”, y el alcalde de Castelló d’Empúries, Salvi Güell, confía en que el tema pueda desencallarse este año. Sin embargo, fuentes próximas a la concesionaria aseguran que el acuerdo está lejos y que en el mejor de los casos el traspaso no será efectivo antes del 2019. La situación ha desembocado en un conflicto judicial por el impago de cuotas de muchos propietarios al considerar que la concesionaria no cumple con las tareas de limpieza y mantenimiento de los canales. “Hay restos de bicis, neumáticos, basura, anclas… en el canal”, detalla un vecino. De los 3.800 amarres registrados en la marina, la mitad paga y la otra mitad no, lo que ha llevado a la empresa a bloquear el amarre o a denunciar a más de un millar de usuarios por impago. “Si todos los morosos pagaran, mejoraría el mantenimiento de la marina”, explican en la concesionaria, que este año ha solicitado la colaboración de la policía para luchar contra los impagos.
Más allá de estas batallas legales, el día a día para los vecinos que viven en la marina no está exento de otros problemas. “Falla la cobertura de teléfono, no hay fibra óptica, cuando llueve se inundan las calles y hay problemas de desagües”, explica Quim Gomis, residente en Empuriabrava desde hace una década. “Tenemos una urbanización que podría ser la joya del Mediterráneo, pero está abandonada”, se lamenta Pelters.
El Consistorio tiene previsto invertir 500.000 euros este año en la contrucción de un dispositivo hidráulico para separar las aguas pluviales de las residuales y evitar así inundaciones cuando llueve; 200.000 euros en la construcción de aceras y 105.000 euros más en la rehabilitación de tres puentes sobre canales. También pretende finalizar el paseo marítimo y reordenar la zona comercial de Sant Mori. Además, el Ayuntamiento ha encargado al Patronato de Turismo un plan de acción para vender mejor este destino turístico.
El Ayuntamiento confía en asumir la gestión de la limpieza de los canales este año Se quejan del mal mantenimiento y denuncian falta de transparencia